22 consejos a los Reyes Magos

En las vacaciones de Navidad muchos niños y niñas esperan con ilusión los regalos de los Reyes Magos. Es bueno que sus majestades tengan algunas recomendaciones al respecto.

Por Javier Peris

1. NO OS VA A SORPRENDER PORQUE LLEVÁIS DOS MIL AÑOS HACIENDO LA RUTA HASTA ESPAÑA (LOS DEMÁS PAÍSES ELIGIERON OTRAS TRADICIONES), pero aun así debéis estar preparados para un recibimiento más bien frío, causado en parte por el cansancio de una fiestas tan largas e intensas, y también por la competencia de otros personajes y la proliferación de incentivos en forma de cruceros, esquí, escapadas…

2. POBRES REYES… LA VERDAD ES QUE SE OS VE POCO EN LAS CALLES Y EN LOS ESCAPARATES. Para las familias creyentes no es fácil escapar del consumismo omnipresente y de la hartura de mensajes positivos y solidarios pero sin contenido religioso. Por eso, además de los regalos, se espera de vosotros que inspiréis a las familias para crear costumbres y tradiciones que nos recuerden durante estos días el misterio de Belén, y que sus personajes son reales y que su mensaje es mucho más que los buenos deseos navideños.

3. PUES BIEN, PESE A TODO, SON MUCHAS, MUCHÍSIMAS LAS FAMILIAS, CON NIÑOS Y SIN ELLOS, QUE ESPERAN VUESTRA LLEGADA CON ILUSIÓN. Pero hay que cuidar los detalles. Las casas tienen que estar decoradas. Hay que rescatar del altillo las partituras de villancicos y, si es necesario, renovar las grabaciones musicales.

4. ANTES DE EMBRIDAR LOS CAMELLOS HAY MUCHAS OTRAS COSAS QUE HACER, Y NO SÓLO MATERIALES. Planificar visitas, comidas, menús, regalos, ocio… ¡Muchos gastos! Seguro que os pasa como al resto de los mortales y la cuesta de enero en Persia no es menos empinada que en Albacete. Pero hay que intentarlo. No tiene mucho sentido pagar estas fiestas con la amargura de no poder hacer frente a los recibos del banco, al dentista de los niños…

5. EL REGALO EXISTE DESDE EL COMIENZO DE LOS TIEMPOS. Dar sin esperar nada a cambio, sólo por el placer de ver la alegría en el rostro del otro, o como una forma sencilla y sin palabras de dar las gracias, o de pedir perdón… No tendría sentido pensar en nosotros a la hora de elegir un regalo pero lo hacemos, vaya si lo hacemos. Pensad, por favor, en quien recibe el regalo.

6. NO ES CUESTIÓN DE PRECIO. Ojalá lo fuera, ¿verdad? Muchos pagaríamos un buen recargo para ahorrarnos el trabajo de pensar y buscar los mejores regalos para los nuestros, pero los Reyes Magos, afortunadamente, no sois así. A veces cuesta más encontrar un pañuelo de 5 euros en el que se fijó un día nuestra pareja que estrujar la tarjeta de crédito para encargaros una sortija de las caras. O ese juguete del que nunca hemos oído hablar y que descubrimos con horror que os han pedido todos los niños españoles.

7. LAS CARTAS QUE RECIBÍS SON SÓLO UNA GUÍA, CLARO. O deben serlo. No dejéis de sorprender a la gente que queréis. No es difícil, si prestamos atención, distinguir los deseos más fuertes de los que pueden ignorarse. Y entonces pensar, dedicar tiempo para elegir el detalle sorpresivo, el que demuestra que este año no ha habido rutina ni obligación en la preparación del Día de Reyes.

8. LOS REGALOS SUELEN SER COSAS, PERO NO NECESARIAMENTE. Una escapada de tres días en familia puede ser una distracción más o, por el contrario, constituir una sana tradición navideña que aprovechamos para alejarnos de los reclamos comerciales. Los padres adelantan así la ilusión del Día de Reyes con experiencias que buscan compartir y celebrar.

9. SI LOS MÁS PEQUEÑOS DE LA CASA OS PIDEN UN PERRO ES MEJOR QUE LEÁIS ANTES LA CARTA DE LOS PADRES PARA VER QUÉ OPINAN DEL ASUNTO. El economista Leopoldo Abadía cuenta lo que respondió a sus hijos cuando vio que pedían a los Reyes un perrito: “Durante el próximo mes vais a bajar a la calle con una simple correa, pasearéis con ella por la calle todos los días. Si lográis hacerlo sin fallar ni un solo día, yo también le pediré a los Reyes un perrito”.

10. LAS MASCOTAS NO SON EL ÚNICO REGALO QUE DEBE ADJUNTAR UN RIGUROSO MANUAL DE CONDICIONES DE USO. Los dispositivos electrónicos, programas y videojuegos (que son instrumentos maravillosos para jugar y para aprender) exigen responsabilidad por parte de los hijos y de los padres. Es muy conveniente preparar a los pequeños y no tan pequeños para estos regalos, dedicando tiempo a enseñarles cómo aprovecharlos bien y cómo evitar sus peligros.

11. NO OS OLVIDÉIS DE LOS ABUELOS. También los mayores tienen derecho a su Día de Reyes aunque haga muchos años que dejaron de escribir su carta. Quizá no hayan expresado ningún deseo concreto, pero no importa: seguramente son los que más necesitan saber que se piensa en ellos, que forman parte de la familia.

12. RESPETAD, POR FAVOR, EL DÍA DE REYES, VUESTRO DÍA. Ya hemos dicho que un regalo puede adoptar muchas formas y no estar sujeto al calendario, pero la visita en la noche del 5 de enero debe tener su empaque. Siempre debéis reservar para esa noche lo más importante, lo más significativo, no necesariamente lo más grande.

13. “ESTE AÑO ME HE PORTADO BIEN”. ¿CUÁNTAS VECES HABRÉIS LEÍDO ESTA FRASE EN LOS MILLONES DE CARTAS QUE RECIBÍS? Hay que reconocer que sois poco exigentes. ¿Por qué no animar a los niños a concretar un poco? Seguro que en el último año han mejorado en el trato con los hermanos, o en detalles de orden, o en los estudios… Que lo escriban. Y en este proceso serán conscientes también de lo que no han hecho tan bien, de lo mucho que les falta para merecer de verdad vuestros regalos..

14. NO ABUSÉIS, REYES, DE LA OCASIÓN PARA COMPRAR ROPA A QUIEN NO LA APRECIA.  Es verdad que se trata de una buena excusa para cubrir algunas necesidades materiales de miembros de la familia y del hogar, pero sin olvidar que lo más importante de esta fiesta es la ilusión por el regalo. Una plancha nueva o renovar la ropa interior no son los mejores presentes.

15. NO HACE TANTO TIEMPO QUE LOS CAMELLOS VIAJABAN REPLETOS DE LIBROS. Cada época tiene sus propios gustos y hábitos y no hay por qué quejarse de la extraordinaria demanda de aparatitos y cachivaches de todo tipo. Pero siempre debe quedar espacio para un libro. De literatura, de divulgación, de historia… Un libro es una invitación al descubrimiento.

16. DECIDLES A LOS NIÑOS MÁS PEQUEÑOS QUE EN SU CARTA NO SÓLO OS PIDAN COSAS MATERIALES. Que hagan un esfuerzo por expresar lo que desean para el papá, la mamá, los hermanos, el abuelo, para toda la familia, para sus amigos, para el mundo… A los más espabilados o sensibles les ayudará a proporcionar la importancia del regalo material y a poner los vínculos del cariño por encima de las cosas..

17. A VECES NO HACÉIS LAS COSAS BIEN. Es duro hablar así a los Reyes, pero seguro que lo entendéis. Cada vez hay menos niños, al menos en esta parte del mundo, y entre los encargos de padres, tíos, abuelos y padrinos acabáis sumergiendo a los pequeños entre obsequios de todo tipo. Por eso muchos regalos no se aprecian y cada año que pasa resulta más difícil ilusionar e ilusionarse. La responsabilidad, es verdad, corresponde a los padres.

18. NO OS OLVIDÉIS, QUERIDOS REYES, DE LOS MÁS NECESITADOS. Que las familias sean conscientes -o más conscientes que durante el resto del año- de la urgente necesidad de alegría y esperanza que sufren tantas personas, además de las carencias materiales. Que vuestras alforjas escondan también juguetes y regalos para los centros de asistencia social, y que las propias familias hagan las veces de pajes.

19. HAY QUE SABER DAR. CON HUMILDAD Y DISCRECIÓN, PENSANDO EN EL OTRO. E IGUAL DE IMPORTANTE ES SABER RECIBIR.  Con gratitud, alegría…¡pensando en el otro! Los niños no siempre saben reprimir el disgusto por no recibir el regalo soñado. Son cosas de niños, sí, pero hay que hacerles ver que no es la reacción correcta ni justa.

20. EN ALGÚN MOMENTO NIÑOS Y ADULTOS EMPEZAMOS A CONSIDERAR LAS ENORMES INVERSIONES EN LOGÍSTICA QUE REQUIERE UNA NOCHE DE REYES. ¿Cómo y cuándo explicarnos vuestro secreto? No hay una respuesta que sirva para todos, pero en general no es malo alargar todo lo que se pueda el misterio de la noche de Reyes. Lo que de verdad importa es lograr que se mantenga más allá de la infancia; de otra forma, pero manteniendo los valores universales del regalo.

21. NO DESANIMAROS SI LOS REGALOS NO CAUSAN EL EFECTO ESPERADO. Si nos hemos creado expectativas demasiado altas sobre el éxito de los regalos es que hemos pensado más en nosotros que en los demás. El regalo en sí mismo -ya ha quedado bastante claro- no es lo más importante. Se puede aplicar aquí esa máxima tan bonita que sirve para tantas cosas de la vida: cuando llegas al final descubres que la felicidad estaba en el camino.

22. HEMOS LLEGADO AL FINAL SIN HACER UNA LISTA DE IDEAS PARA REGALAR A PEQUEÑOS Y GRANDES. Y el motivo es que la lista sería enorme; tan larga como la de personas agobiadas porque ya no saben qué regalar. Vamos a relajarnos… Los Reyes Magos (los de verdad) sólo queréis regalar cosas para unir más a las parejas, a los hijos con los padres y a los padres con los hijos…