Qué se puede hacer cuando los padres son más golfos que los hijos? Empiezan a aparecer, por ejemplo en el cine, historias de padres, digamos sesentayochistas, que son más golfos que sus hijos, o que lo fueron hasta límites inalcanzables cuando eran jóvenes alocados…
Q ué se puede hacer cuando los padres son más golfos que los hijos? Empiezan a aparecer, por ejemplo en el cine, historias de padres, digamos sesentayochistas, que son más golfos que sus hijos, o que lo fueron hasta límites inalcanzables cuando eran jóvenes alocados. “Rumores y mentiras” es una de esas películas a las que habría que prestarles una particular atención. Porque la chica protagonista sólo quiere un novio que la quiera de verdad, que no sea un fresco ni un carota, como son los ejemplos más cercanos que tiene en su familia y/o en su colegio. ¡Vaya tela tener que convivir para siempre con gente así!
La chica se rebela contra muchas cosas, muchos estereotipos de lo que hay que hacer y de cómo hacerlo para que no quede ni rastro. Ella no sólo quiere ser feliz, sino que no le importa que se sepa, que quede rastro de que no piensa pasar por esta vida haciendo el tonto más de lo que sea irremediable, y que lo dice lo más alto que puede a ver si consigue compartir ese modo de vida con un novio que busque las mismas cosas.
Por supuesto, no deja de reconocer a sus padres que gracias a ellos ha conseguido llegar a ser parte de este mundo en el que ella aspira a ser inmensamente feliz, y por eso los respeta y los quiere, y hasta cierto punto se compadece de ellos, hace de padre y madre de su padre y su madre, pero no está dispuesta a seguir el camino que ellos se trazaron para conseguirlo, sobre todo, porque no lo han conseguido, y son un par de mindundis flotando permanentemente en el espacio de sus neurosis. Una de las cosas más evidentes de la película es que hay siempre un grupo de gente más joven que se da cuenta de todo, aunque una mayoría de ellos todavía sigan embebidos en el ritmo de vida que practicaron y practican sus padres y a los que siguen como corderitos. Y además es una llamada de atención a lo llamativo que resulta una vida sin engaños, sin mentiras, sin falsas excusas, sin elecciones por tanteo, que lleva a juntarse a los que quieren vivir así para siempre, con un amor que va mucho más allá de las pequeñas trifulcas de cada día y que se fundamenta en la comprensión mutua.
La peli es muy divertida y se puede ver para pasar el rato sin enterarse de nada de lo que está pasando, pero tiene la virtud de ser también muy real, muy auténtica y de decir verdades como puños para el que lo quiera ver.