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Claves para saber si un niño está preparado para tener su propio smartphone

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Según la psicóloga Sonia Martínez Lomas, consensuar y hablar de compromisos en vez de normas es “fundamental” para un uso seguro de las pantallas por parte de niños y adolescente.

 

 

La Navidad suele ser una época en la que niños y adolescentes, aprovechando la magia de Papá Noel y los Reyes Magos, reciben como regalo sus primeros smartphones o tabletas, sus primeras pantallas propias con las que se asoman al mundo 2.0. Sin embargo, lo que es un regalo ilusionante, puede acabar convirtiéndose en un dolor de cabeza y en motivo de discusiones familiares, como ya estarán comprobando en sus propias carnes muchas familias en este primer mes del año. Por eso, los psicólogos de los Centros Crece Bien de Madrid recalcan la importancia de “consensuar” una serie de compromisos a cumplir de forma previa a la compra del dispositivo tecnológico.

“Consensuar no significa que las opiniones del niño tengan el mismo estatus a la hora de llevarse a la práctica que las de los padres (recordemos que aún no son adultos), pero sí que les dejaremos participar en ellas, ya sea proponiendo o eligiendo entre distintos compromisos. En nuestros centros, por ejemplo, en cuanto un niño entra por la puerta consensuamos con él las normas que tendremos en común, aunque hemos decidido cambiar la palabra norma por la palabra compromiso, ya que el compromiso motiva más al niño, le compromete y le responsabiliza”, afirma Sonia Martínez, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje.

Para la experta, esos compromisos deben abarcar al menos tres aspectos clave para un buen uso de las pantallas:

  • Los horarios del uso de los aparatos electrónicos, que en todo caso no deberán superar el 30% del tiempo libre.
  • El lugar donde dejar en reposo los dispositivos antes de dormir, a la hora de comer o en los tiempos en los que estamos en familia.
  • Las consecuencias de no cumplir los compromisos: por ejemplo, qué pasara si no dejan el móvil antes de dormir o si no cumplen los horarios estipulados.

Además de estos, la psicóloga también considera “fundamental” dejar claro que la supervisión de los padres “es necesaria y que se irá reduciendo según vayan viendo que el menor hace un uso responsable del dispositivo”; así como hablar de los peligros que acarrea el uso de un teléfono inteligente, poner ejemplos de qué podría pasar y cómo evitar o reaccionar antes esas situaciones. ““Si les explicamos a los niños que la red es como una ciudad, con zonas más seguras que otras o con desconocidos, es más fácil que vean que lo que no harían de forma física (facilitar datos o enviar fotos a desconocido o no insultar o acosar a amigos y compañeros) tampoco lo hagan en la red”, explica.

Cómo saber si un niño está preparado para tener su propio smartphone

Uno de los consejos más habituales ante el auge de las pantallas y los dispositivos electrónicos es no obsequiar con uno de estos aparatos a un niño o adolescente hasta que no lo veamos preparado para manejarlo. Pero, ¿cómo podemos saber que lo está? Para Sonia Martínez, las familias deberían tener en cuenta tres aspectos para evaluar esa preparación.

  1. Si vemos que muestra prudencia. Si estando a su lado y manejando nuestro dispositivo, vemos que sabe dónde entrar y dónde no, qué aceptar y qué no; si conoce los peligros y pregunta antes de tomar la iniciativa en participar en algo que no conoce.
  2. Si la tecnología provoca mayor bienestar que malestar. “Si el niño o niña usa los dispositivos de su madre o padre para aprender, divertirse, estar con los amigos y, antes, durante y después de su uso, el bienestar es mayor al malestar, es que está preparado para tener su smartphone. Sin embargo, si hay frustración o enfado por no tenerlo a mano o al terminar el tiempo de uso estipulado y si provoca grades disgustos, las familias no deberían dar este paso, ya que eso significa que el menor aún no está preparado para regular el tiempo para utilizarlo y tampoco para usarlo como una herramienta más”, argumenta la psicóloga.
  3. Si en familia hemos dedicado tiempos a hablar de cómo utilizarlo y vemos que sus respuestas son acertadas, que conoce los riesgos y consecuencias que pueden tener determinadas acciones, ·entonces es un buen momento para confiar y comprar el móvil.

Para la directora de los Centros Crece Bien, este último aspecto es “especialmente importante”. En su opinión, con la tecnología deberíamos tomar las mismas precauciones que tomamos antes de dejar a un niño ir solo al colegio. “En este último caso, solemos explicar a nuestros hijos que tengan cuidado con determinadas situaciones y les acompañamos hasta que les vemos preparados. Con la tecnología, sin embargo, al ver que los niños muestran gran competencia en el uso de los aparatos electrónicos, les dejamos que los utilicen solos, cuando en realidad deberíamos acompañarlos, ya que están solos en un mundo virtual que desconocen y necesitan un guía hasta que estén preparados”, concluye.

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