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Cómo conseguir la inclusión en el aula

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Métodos basados en evidencia científica

 

Fomentar la inclusión en la escuela de los grupos más desfavorecidos por etnia, clase social o sexo consigue mejores resultados académicos. ¿Cómo llevarla a cabo?

 

Por Olga Fernández

La inclusión en el aula debe hacerse con ciencia. Así se recoge en numerosos artículos de investigación científica internacional que han demostrado las mejoras de resultados que se obtienen cuando se substituyen las prácticas basadas en edumitos (falsas ideas sobre los estilos de aprendizaje) por las que parten de evidencias científicas de impacto social (Díez-Palomar J. 2020European Commission 2019). En el documento publicado por la Unión Europea, donde se resumen los resultados del Foro de 2019 sobre el futuro del aprendizaje, se destaca el debate en el aula como forma clave de promover la inclusión: “El debate en esta área debe incluir discusiones sobre las causas del extremismo y cómo abordar cuestiones controvertidas”. También se subraya el valor de participar en actividades fuera de la educación formal: “Vínculos activos y cooperación entre la educación formal y no formal”. O cómo fortalecer la inclusión al involucrar a los estudiantes en el diseño y la creación de estrategias educativas, transformándolos en co-creadores, en lugar de ser simples receptores de la educación.

La Dirección General de Educación a nivel europeo publica el European Toolkit for Schools para profesorado y escuelas incluyendo en él, entre otras, prácticas basadas en evidencias científicas de impacto social.

 

No inclusión y fracaso escolar

Existe correlación directa entre la no inclusión y el bajo rendimiento escolar y el fracaso escolar. “Cuando hablamos de inclusión nos referimos a que todos los estudiantes tengan la mejor educación que les permita adquirir los conocimientos necesarios para poder desarrollarse sin problema en la actual sociedad. Pero esto actualmente no está pasando, ya que los índices de fracaso escolar se concentran en determinados colectivos”, expone Teresa Sordé, que además de ser doctora por la Universidad de Harvard y la Universidad de Barcelona, es profesora del Departamento de Sociología de la UAB con vinculación al Grupo de Estudios en Migraciones y Minorías Étnicas. Para esta experta, que actualmente dirige el H2020 REFUGE-ED sobre la implementación de actuaciones educativas de éxito en contextos que van desde campos de refugiados a centros de recepción para migrantes, la equidad en la escuela requiere sustituir los edumitos por prácticas guiadas por evidencias científicas de impacto social. “Un ejemplo muy claro de edumito es la idea de que los hijos e hijas de familias con bajos ingresos económicos o cuyos padres no tienen un título de educación superior tienden a fracasar más. Sí está comprobado que existe una correlación entre familias con bajo nivel socioeconómico y el fracaso escolar de sus hijos e hijas, pero esto no quiere decir que la causa del fracaso sea el nivel económico de la familia. Se confunde correlación con causalidad, y esto hace que se proyecten bajas expectativas. Esta falsa creencia hace que se culpabilice a las familias del fracaso escolar de sus hijos e hijas cuando no es así. La causa del fracaso es el tipo de practicas educativas que se realizan en la escuela y que no funcionan. Hay escuelas que trabajan con niños desfavorecidos y consiguen buenos resultados mientras que otras no”, explica Sordé.

El estudio “Convertir las dificultades en posibilidades: involucrar a las familias y estudiantes gitanos en la escuela a través del aprendizaje dialógico” (Flecha, R. & Soler, M 2013), llevado a cabo como parte del Proyecto Integrado INCLUD-ED y financiado por la Unión Europea, pone de manifiesto que hay centros educativos de los niveles socio-económicos más bajos dentro de su país, con familias inmigrantes pobres de muy diferentes procedencias y bajos niveles escolares, que obtienen en matemáticas, lengua, y otras materias los mismos resultados que la media de su país e incluso que la media de los centros de más altos niveles socio-económicos.

 

Desigualdad por género

Los estereotipos de género condicionan la mayoría de las decisiones que se toman a nivel académico y profesional.  Según Milagros Sáinz, psicóloga y directora del grupo de Género y TIC (GENTIC) en el IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), existen desigualdades por razón de género en la escuela pero el profesorado no es consciente de ello. ¿Por qué? “Porque se parte de la base de que la escuela es un entorno igualitario, donde se promueven valores de igualdad entre hombres y mujeres y donde el profesorado percibe que no trasmite estereotipos. Por ejemplo, en los materiales didácticos apenas hay referencias de mujeres y sus aportaciones a la lengua, la ciencia, a la literatura… Hay estudios que han demostrado que solo aparece un 7% de la aportación femenina en los materiales didácticos”, argumenta esta experta, cuyas líneas de investigación giran en torno al desarrollo de roles y estereotipos de género durante la infancia y la adolescencia.

Otro ejemplo de no igualdad es cómo se utiliza el género en los enunciados de los problemas: se asocia el femenino a unas profesiones y el masculino a otras. “Se trata de utilizar un lenguaje no sexista”, apunta Sáinz. Quien también señala a las dinámicas de las clases: “Te encuentras que, en la adolescencia, las chicas solo quieren estar con las chicas y los chicos con los chicos. El profesor debe romper esa dinámica y crear grupos mixtos, donde el portavoz del grupo no sea siempre un chico. Los roles deben estar igualmente distribuidos”.

Diferentes estudios ponen de manifiesto cómo las chicas se consideran menos competentes de lo que realmente son, a pesar de tener notas iguales o superiores a sus compañeros en materias vinculadas a la ciencia y la tecnología (Sáinz, 2020; Voyer y Voyer, 2014). En cambio, los chicos tienden a considerarse mejores de lo que realmente son en aquellas asignaturas ligadas a la ciencia y la tecnología. “Ocurre sobre todo en la adolescencia, a partir de segundo curso de ESO, las chicas a pesar de tener notas equiparables o incluso mejores que sus compañeros en materias como tecnología, informática o física, se consideran menos competentes de lo que realmente son. Bajo mi punto de vista, sucede porque existe el estereotipo de que no son buenas”, señala Milagros Sáinz. Entre las practicas que aconseja esta experta para desmontar los estereotipos se encuentra el trabajo con textos y películas para debatir posteriormente su contenido, “por ejemplo, discutir por qué está mal visto que un niño se dedique al ballet”; además de trabajar en grupos y realizar actividades en las que sean partícipes para denunciar situaciones de discriminación por género.

 


 

De escuela a comunidad de aprendizaje

Una muestra de inclusión es lo logrado en el colegio público Joaquim Ruyra, de Barcelona, donde se fomenta la participación de alumnos, profesores, padres y voluntarios en la educación. La escuela se ha transformado en una comunidad de aprendizaje: las familias, los vecinos y la gente del barrio y de la ciudad pueden participar en lo que sucede en el colegio. Los voluntarios se ubican en los grupos interactivos donde los protagonistas son los niños y dicen al voluntario lo que tiene que hacer en cada momento; el voluntario solo dinamiza al grupo de alumnos para que todos participen y desarrollen todas las habilidades que tienen en común. Si un alumno no entiende algo, el profesor lo explica de otra forma.

También es habitual que las familias incorporen en las aulas sus rasgos culturales característicos, ya que esto promociona los aprendizajes y la convivencia. Además trabajan las tertulias literarias, musicales, artísticas y científicas. Por ejemplo, se lee un fragmento de la obra “Romeo y Julieta” en el que Julieta está obligada a casarse con una persona que no quiere. A partir de aquí se establece un debate sobre si está bien imponer con quién hay que casarse y si esto sucede actualmente en sus países.

Los resultados académicos obtenidos en esta escuela son superiores a otros colegios de élite de Cataluña.

 

 

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Comentarios

  1. La cultura inclusiva se toma la red – La cultura inclusiva se toma la red
    6 de septiembre de 2023 16:18

    […] Cómo conseguir la inclusión en el aula […]