SILVIA ÁLAVA
// PSICÓLOGA //
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El día 16 de noviembre fue declarado por las Naciones Unidas Día Internacional para la Tolerancia. Dicha organización pone, de esta forma, el foco en la importancia de fomentar la tolerancia, haciendo hincapié en la comprensión y el respeto entre los diferentes pueblos y culturas. Desde la Unesco se promueve la tolerancia entendida como el respeto y el saber apreciar la riqueza y la variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión del ser humano. Tolerancia no es indulgencia o indiferencia, sino saber apreciar a los demás.
Todos y cada uno de nosotros podemos hacer muchas cosas para educar en tolerancia y en respeto, se trata de una tarea compartida por padres, madres, maestros y maestras y todas los amigos y familiares que rodean a los menores. La educación es clave para fomentar la tolerancia y el respeto. El origen de la intolerancia muy a menudo está en la ignorancia y el miedo a lo desconocido y a pensar que lo nuestro es lo mejor, por eso es fundamental educar a los niños en respeto en tolerancia y en el respeto a los derechos humanos. Cuanto más formados e informados estén nuestros hijos, menos manipulables serán al uso de la intolerancia con fines políticos o territoriales.
Pasos para educar en tolerancia
1. Fomenta que tus hijos y alumnos tengan acceso a la cultura, a la información y sobre todo a opiniones diferentes. Por desgracia, muchas veces los argumentos de las personas o de los líderes intolerantes se basan en la manipulación de hechos y de estadísticas o en ver solo una parte de la realidad. Que los menores tengan acceso a conocer la realidad y a ver los diferentes puntos de vista en un conflicto ayuda a que sean tolerantes.
2. Trabaja el hecho de cómo distinguir la información veraz de la que no la es. Hoy en día, gracias a Internet tenemos una gran facilidad de acceso a la información, pero no toda la información que sale en las redes es cierta. Hay muchas noticias falsas. Enseñar a los niños a distinguir entre un hecho y una opinión, entre las cosas que tienen una validez o que están demostrada de las que simplemente son conjeturas o a distinguir las falsas noticias es más necesario que nunca.
3. Fomenta el pensamiento crítico, a decidir por ellos mismos, a no dejarse llevar por las opiniones de los grupos o de la mayoría. Se trata de fomentar la idea: mis opiniones son igual de la válidas que las de los demás, por eso puedo opinar en contra de mis compañeros y compañeras, pero siempre respetando sus sentimientos y pensamientos.
4. Trabaja la empatía, la capacidad de entender lo que los demás sienten y lo que los demás piensan. Cuando los niños y las niñas son capaces de ponerse en el lugar de los demás y de entender sus sentimientos y emociones desarrollan más tolerancia y son más respetuosos.
5. La famosa frase: “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”, resume muy bien el comportamiento asertivo y si lo llevamos a la práctica conlleva el ser tolerantes y respetuosos con los demás.
6. Descartar la violencia y no justificar el comportamiento agresivo está en la base de la tolerancia. La no violencia y el comportamiento asertivo argumentando que opinamos diferentes pero que respetamos e incluso valoramos las diferencias con los demás es fundamental para educar en tolerancia.
7. Fomenta la conciencia individual. Luchar contra la intolerancia implica una decisión personal de todos y de cada uno de los distintos miembros de la sociedad. Se trata de que todos los niños y niñas sean capaces de valorar por sí mismos su forma de actuar y tengan el respeto como valor fundamental en sus vidas.
8. La capacidad de reflexión es algo que también debemos de trabajar con los menores. Los niños y las niñas deben de aprender a reflexionar sobre los actos, sobre su forma de actuar, siendo capaces de darse cuenta de sus errores, por ejemplo, reflexionado sobre si en un momento actué de forma intolerante, ¿fue porque me dejé llevar por los estereotipos?, o porque juzgué a alguien sin conocerle solo porque era diferente… y de modificarlos
9. Trabaja la capacidad de perdonar. Como seres humanos que somos, somos imperfectos, y cometemos errores. Además de saber reconocer dichos errores, es importante que enseñemos a los niños y niñas a pedir perdón. Si lastimaste a alguien y heriste sus sentimientos por lo que le dijiste, discúlpate. No se trata simplemente de recitar un “perdón” sin más, sino de reflexionar sobre lo que hicimos, de admitir nuestro error y demostrar a esa persona que nos arrepentimos y que queremos que se sienta mejor.
10. No olvidemos que los niños aprenden por modelado, y que copian a sus adultos de referencia, por eso, los primeros que deben de ser tolerantes y modelo de respeto somos los adultos que rodeamos a los menores. Educar en tolerancia y en el respeto es uno de los grandes retos de la humanidad, pero también es la llave para el cambio a una sociedad mejor, más justa, más humana y donde la paz y el diálogo puedan estar presentes.
Más información:
Colegiado M-16238
Directora del Área Infantil Centro de Psicología Álava Reyes
Madrid 2 de mayo de 2016
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