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Llega el verano: 25 consejos de salud infantil

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Por Terry Gragera 

 

¿Quieres pasar un verano tranquilo sin sobresaltos ni enfermedades? Pon en práctica estos 25 consejos para proteger a tus hijos y… ¡a disfrutar del buen tiempo!

1. No bajes la guardia: En verano también hay enfermedades. Los catarros virales, la gastroenteritis, la otitis externa, la laringitis, la conjuntivitis, las picaduras de insectos, los impétigos por heridas infectadas y el pie de atleta son las alteraciones que más afectan a la salud durante los meses estivales.

2. Higiene frente a gastroenteritis y salmonelosis: “Las gastroenteritis son muy frecuentes en la infancia. Las medidas de prevención más importantes son extremar la higiene: el lavado de manos es la forma de protección más eficaz. En el caso de la salmonelosis también es aconsejable el correcto lavado de los alimentos, su cocinado adecuado y la refrigeración, sobre todo en los meses de verano”, comenta la Dra. María Jesús Pascual, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Vithas Nisa Pardo de Aravaca (Madrid).

3. Controla el picoteo y vigila su dieta: En verano la dieta debe ser como siempre: variada y equilibrada, con alimentos de todos los grupos: frutas, verduras, carnes, pescados, cereales, legumbres, huevos y lácteos. Es aconsejable vigilar la tendencia al picoteo y al consumo de alimentos no nutritivos”, detalla la Dra. Pascual.

4. Dales más líquidos: ¿Se debe aumentar la hidratación en verano? “Sí, por el aumento de la temperatura ambiental. Además, los niños pasan más horas al sol, realizan más actividad física con producción de sudor y juegan mucho al aire libre”, aclara el Dr. Antonio Redondo, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante.

5. Vigila la deshidratación: Según explica el Dr. Antonio Redondo, los síntomas de alerta de que el niño está deshidratado son: piel pálida y ojeras marcadas por la falta de líquido en la piel. Al principio también hay irritabilidad y si avanza, decaimiento. En bebés que tengan aún la fontanela abierta, está se hunde.

6. Protégelos frente a los golpes de calor: Tal como destaca la Dra. María Jesús Pascual, “los niños menores de un año son los más sensibles al golpe de calor. Mantener a un niño en un coche cerrado, aunque sea por poco tiempo, exponerse al sol en horas de mucho calor o hacer ejercicio intenso sin la adecuada hidratación son situaciones que favorecen el golpe de calor”.

«En verano la dieta debe ser como siempre: variada y equilibrada. Es aconsejable vigilar la tendencia al picoteo y al consumo de alimentos no nutritivos”

7. Aplica bien la crema solar: La crema solar debe aplicarse previamente a que el niño se ponga el traje de baño y media hora, como mínimo, antes de que se exponga al sol. Lo ideal es echar la crema en casa por todas las zonas, sin olvidar ninguna (orejas, manos, nariz, nuca…). Es importante extenderla correctamente (haciendo círculos) y renovarla al menos cada dos horas. La crema no solo se utiliza los días de sol sino también los días nublados.

8. Cuida la piel en caso de quemaduras: Según recomienda el doctor Antonio Redondo, cuando un niño sufre quemaduras, lo primero es “apartarlo del sol, cuidar la piel afectada con un after sun; y si tiene lesiones ampollosas, buscar atención sanitaria y ofrecer líquidos”.

9. Controla la exposición solar: ¿Hay que poner camiseta a los niños cuando están en la playa? “No. Llevar ropa puede dar una falsa ilusión de protección ante los rayos ultravioleta. Los colores claros ofrecen menos protección solar. En lugares muy soleados, y de forma especial a las horas del mediodía y de mucha insolación, habría que evitar completamente la exposición de los niños al sol”.

10. Alerta frente al ahogamiento secundario: “Cuando un niño o un adulto sufre un ahogamiento en agua dulce o salada y responde bien a las maniobras de reanimación cardiopulmonar se queda aparentemente ‘normal’, pero existe un periodo de  entre 1 y 72 horas en que, si el agua ha llegado hasta los alveolos pulmonares, la función pulmonar se puede ver comprometida y presentar los síntomas de un ‘ahogamiento secundario’: dificultad para respirar, tos intensa, cansancio extremo y afectación cerebral. Por ello, tras un ahogamiento, el paciente debería mantenerse en observación en un hospital”, explica el doctor Antonio Redondo, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante.

11. Seca bien los oídos: Las prevenciones básicas para evitar la otitis de las piscinas que sufren muchos niños son, según aconseja el Dr. Antonio Redondo, “secarse bien los oídos al salir del agua con una toalla e inclinar la cabeza hacia ambos lados para intentar que salga el agua que ha entrado”. Además, “en los niños propensos se debería reducir el tiempo de baño, usar tapones de oídos y gorros de baño y se pueden poner unas gotas de solución diluida de alcohol al salir del agua”.

12. En el agua, siempre vigilados: Los ahogamientos son la segunda causa más frecuente de fallecimiento en menores de nueve años, por eso los niños siempre han de estar vigilados en la piscina. Los expertos aconsejan enseñarles a nadar pronto (desde los cuatro años), pero, aún así, hay que controlarlos visualmente.

«¿Hay que poner camiseta a los niños cuando están en la playa? “No. Llevar ropa puede dar una falsa ilusión de protección ante los rayos ultravioleta»

13. Ojo con las zambullidas: Un 5% de las lesiones en la médula ocurren al zambullirse en una piscina, en un lago o en el mar. Suele ocurrir especialmente entre la población adolescente, por lo que hay que extremar los cuidados: comprobando siempre el fondo antes y no tirándose de cabeza.

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14. Siempre calzados en zonas húmedas: Las infecciones por hongos en las piscinas son muy frecuentes también en verano. La pauta básica para evitarlas es ir siempre calzado en las zonas húmedas y donde se encharque agua, como en las duchas. Al salir del agua, hay que insistir en el secado entre los dedos. También pueden salir hongos por mantener el traje de baño húmedo durante mucho tiempo al salir del agua.

15. Entrar en el agua poco a poco: El Dr. Antonio Redondo, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante, recomienda que “antes de entrar en el agua, y si se ha tomado una comida ligera, es conveniente esperar una hora y media. En el caso de que haya sido una comida copiosa, esperar unas tres horas”.

16. Evitar los choques térmicos en el agua: ¿Existe realmente el conocido como corte de digestión? “Corte de digestión es un término mal utilizado, ya que la digestión no se interrumpe al entrar en el agua, sino que, al exponer al cuerpo a un cambio brusco de temperatura provoca un choque térmico y se dan algunos síntomas como el vómito. Por eso es mejor no zambullirse de golpe y mojar el cuerpo poco a poco”, aclara el Dr. Redondo.

17. Aplica agua salada si le pica una medusa: Las picaduras de medusas pueden ser muy dolorosas. Lo más importante es no frotar la zona ni echar agua dulce, pues el veneno se extendería. Hay que aplicar agua salada o suero fisiológico y si han quedado tentáculos dentro de la piel, extraerlos con unas pinzas. Dependiendo de cuál sea la reacción, podría ser necesario administrar antihistamínicos.

18. Picaduras de insectos: agua y jabón: “Las picaduras de insectos normalmente son molestas y suelen producir simplemente una reacción local con enrojecimiento e inflamación; en esos casos es recomendable lavar con agua y jabón, aplicar frío local o una solución de calamina o de amoniaco en barritas. También en los casos en que se produce una reacción generalizada (alérgica) cuando puede ser útil la administración de un antihistamínico”, recomienda la Dra. María Jesús Pascual.

«Los ahogamientos son la segunda causa más frecuente de fallecimiento en menores de nueve años, por eso los niños siempre han de estar vigilados en la piscina»

19. En los viajes, mirando al frente: El mareo (cinetosis) es un problema muy frecuente desde los dos años de edad, tal como explica la Dra. María Jesús Pascual. “Para evitarlo, se recomienda que el niño no coma o coma poco antes de ponerse en marcha y que no se exponga a olores fuertes. También es aconsejable que no lea y no jugar con videojuegos durante el viaje. Igualmente, ha de mirar hacia delante y observar objetos lejanos”.

20. Pregunta por las vacunas si viajáis al extranjero: “Al viajar a otros países, incluso si no se trata de destinos exóticos o remotos, puede ser necesario administrar vacunas. Algunas necesitan de un tiempo para ser efectivas, por lo que conviene comentarlo con el pediatra unos meses antes de salir de viaje.

21. Si toma fármacos, precaución con el sol: Algunos medicamentos pueden ser fotosensibilizantes (reaccionan frente a la luz solar), pudiendo provocar problemas como manchas en la piel, por eso conviene siempre leer el prospecto cuando llega el verano y si hay esta alerta, consultar con el pediatra.

22. Gafas de sol sí (por muchos motivos): “Proteger los ojos del sol, al igual que la piel, desde la primera infancia es muy importante para evitar fundamentalmente que los rayos UV dañen la retina del niño, así como para evitar quemaduras en la córnea que, a la larga, en la edad adulta, puedan producir cataratas o ceguera”, advierte la Dra. María Jesús Pascual, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Vithas Nisa Pardo de Aravaca (Madrid). “Las gafas de sol son relevantes como efecto barrera frente a cuerpos extraños (polvo, arena…) y a la contaminación ambiental y ayudan a evitar irritaciones, escozor… Deben estar homologadas por la CE”, detalla.

23. Piel con extra de hidratación: Los niños con piel atópica pueden tener más problemas en verano, por efecto del cloro de la piscina y de la sequedad. El agua del mar es muy beneficiosa en estos casos. También conviene que, en todo caso, al final de la jornada se den una ducha de agua dulce.

«Proteger los ojos del sol desde la primera infancia es muy importante para evitar fundamentalmente que los rayos UV dañen la retina del niño, así como para evitar quemaduras en la córnea que, a la larga, en la edad adulta, puedan producir cataratas o ceguera”

24. Limita el tiempo digital:  Aunque estén de vacaciones, conviene limitar el tiempo de exposición a pantallas. El verano es un momento inigualable para vivir más al aire libre, hacer deporte, jugar con otros niños, leer… Los niños no suelen controlarse por sí solos… hay que poner unas normas.

25. Disfrutad en familia: Al margen de cuidar la salud física, es importante también cuidar la salud emocional del niño para compensar, si la ha habido, la falta de tiempo durante el resto del año. Programar actividades juntos y disfrutar de la mutua compañía.

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