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Propósitos del nuevo año… para todos

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Adultos, jóvenes, niños… el hacer propósitos para el nuevo año es algo saludable y asequible a todos. En los niños este fijar objetivos les ayudará en la autoconfianza y el crecimiento personal. En esta tarea resultará clave poner el enfoque en el proceso, no en el resultado, ya que no siempre se cumplirán a la primera, habrá de revisarlos, ajustarlos…

 

Por Gema Eizaguirre

 

“No se trata de cargar a los niños de responsabilidades ni metas imposibles que les hagan frustrarse consigo mismos por no conseguirlas, sino de ayudarles a elegir objetivos alcanzables con los que se sientan ilusionados y que les den aún más ganas de afrontar nuevos retos”, explica Ana Herrero Jiménez, psicóloga coordinadora del Departamento de Orientación de Brains International Schools.

El primer paso es pararse a analizar. “Es importante para todos poder parar para poner atención y conciencia, a cómo nos va, cuánto de satisfechos, de contentos estamos con lo que hacemos, con nuestros resultados, con nuestra vida. El objetivo es enfocar puntos de mejora, en distintas áreas de nuestra vida, social, familiar, académica, salud…”.

Esto es algo que los niños y niñas son capaces de hacer desde los primeros cursos de Primaria. “Ven cómo se sienten y son capaces de definir perfectamente qué es lo que les hace sentir bien y lo que les hace sentir mal, y eso marcará el tipo de objetivos”. Eso sí, cuándo más pequeños más ayuda necesitarán del adulto.

Para empezar a marcar objetivos, la experta recomienda realizar una reunión familiar en la que los padres sean los primeros en mostrar su debilidades y cosas que no les hacen sentir bien y que quieren cambiar. Esto es importante porque son modelo para los menores y también porque al mostrar los padres su vulnerabilidad, los jóvenes y adolescentes podrán abrirse más facilmente.

La mejor forma de fijar los propósitos pasa por la elaboración de un buen método y de establecer objetivos claros y realistas.  “La planificación de objetivos es una manera de trabajar con los niños su perseverancia, su resistencia a la frustración y su autoconfianza. La consecución de esos retos les hará sentirse responsables, se sentirán satisfechos y aumentarán su autoestima y bienestar”.

 

Los errores como oportunidad

Pero ¿qué sucede cuando el propósito no logra cumplirse y llega la frustración? La experta señala que los errores hay que verlos siempre como una oportunidad de aprendizaje. “Los errores nos ayudan a aprender, hay que quitarles el estigma de fracaso. Es información que debemos tener en cuenta para poder reenfocar lo que queremos y el cómo lo estamos haciendo. Como padres, es un momento difícil, para no caer en el reproche y en el “ya lo estaba viendo venir”, etc. Es el momento donde más tienen que sentir nuestro apoyo, donde más les tenemos que querer; e iniciar el proceso de nuevo. Qué ha pasado, qué tienes que cambiar para sentirte mejor, pensar si tiene que pedir ayuda, etc”.

La clave es poner el enfoque en el proceso, no en el resultado. “Podemos reconocer positivamente todo el esfuerzo que hacen, que es lo más valioso, independientemente del resultado.

Y algo muy importante a tener en cuenta: Tener buenas capacidades no es suficiente para tener éxito. “La inteligencia ejecutiva, la que nos permite planificar, organizar, tomar decisiones y llevarlas a cabo, controlar nuestros impulsos, regular nuestras emociones, atender y estar centrados… es el mejor predictor de que nos va a ir bien, que vamos a tener una vida buena, con sensación de satisfacción y bienestar”.

 

Cómo planificarse

La mayoría de las actividades que realizan los niños tienen como requisitos en común la planificación y la práctica. A pesar de que en los primeros cursos son los padres los encargados de la organización de los pequeños, a partir de cierta edad los alumnos también puedan asumir parte de dicha responsabilidad aprendiendo a planificar su tiempo.

Herrero propone una serie de herramientas que permiten la buena gestión del tiempo y harán que los niños se sientan mejor consigo mismo al ver cómo van completando los pasos, metas y objetivos que se propusieron:

  • Agenda personal: una agenda en la que reflejar la lista de tareas y propósito a cumplir. Los pequeños podrán recurrir a esta agenda para no olvidarse de ninguna de las tareas que han planificado e ir tachando aquellas que vayan logrando. De esta manera, podrán ir viendo cuántos objetivos están logrando, lo que les resultará motivante. Pueden decorarla con colores y pegatinas para que el momento de planificar sea más divertido.
  • Plantilla de calendario semanal: otra gran idea es enseñar a nuestros hijos a diseñar su propio calendario, lo que les ayudará a crear una rutina y a establecer los objetivos por semanas asignando a cada tarea el tiempo necesario. Lo más cómodo es realizar una planificación diaria completando una semana entera.
  • Apps:para los más mayores, existen aplicaciones móviles que permiten llevar siempre encima una lista de las tareas pendientes y los hábitos que quieren conseguir cada día. Al igual que con la agenda personal, estas aplicaciones permiten a los jóvenes definir claramente sus objetivos, organizar y priorizar las tareas pendientes y también contabilizar los propósitos ya logrados. Pueden utilizar apps integradas como Calendario y Recordatorios en las plataformas de aprendizaje que se utilizan en los centros educativos (como iTunesU o Teams). Apps como Habitica, TickTick: Tareas & Calendario Do! son también una buena alternativa.

 

5 pautas para elegir en qué mejorar:

  1. Parar.

Una conversación con nuestros hijos para ayudarles a elegir estos propósitos de mejora y nuevos retos, tiene que partir de la confianza en ellos, nunca como reproche o exigencia, sino como una oportunidad estupenda para cambiar algo que no les hace sentir bien. Son ellos, con nuestra guía, con nuestras preguntas, quienes tienen que definir esos propósitos.

  1. Fijar objetivos claros, realistas y alcanzables.

No puedo ponerme como objetivo que nunca más voy a pelearme con mi hermana, porque no es realista. Pero sí puedo definirlo como un propósito y como una guía de acción: “cuando me enfade con mi hermana me iré a mi habitación para calmarme y luego buscaremos una solución”. O que voy a sacar todo sobresalientes. Mejor, voy a mejorar mi rendimiento en Mates.

3ª Los objetivos tienen que ser lo más concretos posibles.

No tienen que ser muy vagos, poco claros, como “voy a ser bueno” o “voy a estudiar más”. Pueden ser el punto de partida para concretar el cómo: p.e., voy a organizar un plan de trabajo, voy a usar la agenda para apuntar los deberes, o repasaré los fines de semana los contenidos de Ciencias, o pediré al profesor de mates más problemas para practicar”.

4ª Ser conscientes de nuestras limitaciones

Esto nos ayuda también a tenerlas en cuenta. Esto supone tener una actitud de cambio, no de perfección, ayuda a no sobre exigirse, a ser amable con nosotros mismos cuando cometemos errores.

5ª Evaluar

La última recomendación es revisar periódicamente cómo lo estamos haciendo, si estamos cumpliendo con nuestros objetivos, para poder reajustarnos, volver a enfocarnos, etc. Se puede hacer un calendario con ellos para revisar cómo vamos.

Por ejemplo, revisaremos el objetivo familiar semanalmente, para estar enfocados y no se diluya con el tiempo: no vamos a tener los móviles en la mesa / vamos a buscar todas las semanas una actividad para hacer juntos / vamos a comer más fruta y verdura/ etc.

 

Propuesta de propósito para 2021

Reducir el uso de dispositivos electrónicos. Un objetivo importante que creo que tenemos que marcarnos en niños más mayores y adolescentes es no perder de vista la posible dependencia que muchos están desarrollando a las redes sociales, videojuegos, pantallas en general. Ha sido su salvación durante la pandemia, por una parte, porque les ha permitido seguir en contacto con su grupo de pertenencia, de amigos… Pero tiene mucho peligro, sabemos lo adictivas que pueden ser. Ser conscientes les puede llevar a la responsabilidad de querer limitar su uso. Con los niños, obviamente somos nosotros los que ponemos la norma de tiempo máximo de uso.

 

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