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“Quiero hacerme un tatuaje y ponerme un pirsin”

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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La moda de colorearse la piel o ponerse un pirsin está en auge. Los adolescentes suspiran por parecerse a famosos como Lady Gaga, Rosalía o Sergio Alonso. Pero, ¿encierran riesgos para la salud?, ¿cómo cuidar la piel después de tatuarla?

Por Olga Fernández

Son muchos los adolescentes que quieren tatuarse la piel o ponerse un pirsin antes de los 18 años (mayoría de edad). Para ello, necesitan el consentimiento firmado de los padres o tutores, de lo contrario el tatuador se expone a una sanción económica importante. Al margen de este requisito, la reacción de los padres ante la petición de los hijos puede ser diversa: desde un no tajante, pasando por un “ya veremos”, hasta el consentimiento con interés: “¿en qué lugar quieres tatuarte?”.

Sin embargo, lo más importante, según recomiendan los pediatras, es informarse sobre los riesgos que puede implicar y exponérselos al adolescente. La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja una serie de puntos antes de hacerse un tatuaje: hablar con personas que ya se lo hayan realizado; tener en cuenta que es para toda la vida; no tomar la decisión si se está bajo los efectos de alguna sustancia como el alcohol; elegir un lugar adecuado para realizarlo (centros autorizados); puede producir dolor mientras se hace. Si decide hacerse el tatuaje, la AEP recomienda observar que la persona que lo realiza sigue estos pasos: se lava las manos con agua y jabón y utiliza guantes, limpia la zona que se va a tatuar con agua estéril o suero, lava la zona con una solución con alcohol o yodo, utiliza material desechable y usa agujas estériles en envoltorios que se abren delante de nosotros.

Un informe de la Comisión Europea advierte de que algunos componentes de la tinta para tatuar no están elaborados para este fin y suponen, por tanto, un riesgo para la salud. De ahí la importancia de acudir siempre a centros autorizados de tatuaje.

¿Tintas cancerígenas?

De hecho, según asegura la Comisión, tan sólo el 30% de los colorantes que se emplean en las tintas están autorizados para ser utilizados en productos cosméticos sin ningún tipo de restricción. “Las tintas negras son potencialmente cancerígenas por su alto contenido en hidrocarburos aromáticos, pero no hay ningún dato que demuestre que ello genere más casos de cáncer o problemas de salud en la vida real”, señala Donís Muñoz Borrás, dermatólogo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venearología (AEDV).

Otro problema que ha desvelado un estudio publicado en la revista científica Plos One, en 2014, y basado en el análisis de muestras de cadáveres portadores de algún tatuaje, es que las partículas de tinta pueden migrar hacia los glangios linfáticos y quedarse allí. Según el dermatólogo, esto no implica que exista evidencia de que generen un efecto negativo en ellos, aunque sí señala que “estos depósitos de tinta pueden generar graves errores de interpretación dando falsos positivos tras la realización de pruebas diagnósticas por imágenes mediante PET/TAC o en la detección del ganglio centinela en pacientes con melanoma. “Es por ello que recomendaría a toda persona tatuada o que haya tenido un tatuaje, que en caso de precisar realizarse alguna de estas pruebas diagnósticas advierta al radiólogo que lleva o ha llevado tatuajes. Con ello evitaremos estos graves errores diagnósticos”, advierte Muñoz Borrás.

Riesgos del pirsin

Según la Clínica Mayo, esta decisión no está exenta de consecuencias más o menos graves. Estas son las más relevantes:

  • Infecciones de la piel. Después de ponerse un pirsin puede aparecer enrojecimiento, dolor, hinchazón o una secreción similar al pus.
  • Reacciones alérgicas. En ocasiones, algunas joyas, en particular las piezas hechas de níquel, pueden causar reacciones alérgicas.
  • Aparición de cicatrices y áreas elevadas causadas por un crecimiento excesivo del tejido cicatrizal (queloides).
  • Daños en la boca. Las joyas que se colocan en la lengua pueden astillar y romper los dientes, además de herir las encías.
  • Enfermedades transmitidas por la sangre. Si el equipo que se utiliza para hacer el pirsin está contaminado con sangre infectada, puedes contraer varias enfermedades de transmisión sanguínea, incluidos la hepatitis B, la hepatitis C, el tétanos y el VIH.

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