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Si duerme poco, aprende poco

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Una disminución en el tiempo de sueño influye en el aprendizaje y puede llevar al fracaso escolar. ¿Cómo podemos evitarlo?

Por Olga Fernández

Adrián (12 años) se despierta cansado cada mañana, desayuna muy rápido y llega al colegio tarde. “El profesor nos ha dicho que no presta atención y que es muy posible que la causa sea una falta de sueño porque en los descansos de clase lo han visto dormir sobre la mesa”, explica su madre. ¿La causa? Podrían ser varias, ya que según relata la madre se lleva el móvil a la cama y además no realiza deporte ni juegos al aire libre.

Un estudio realizado en la Universidad de Bostón con 900.000 estudiantes de 50 países diferentes relacionó el uso de pantallas en el dormitorio con alteraciones en el sueño, ya que la luz interfiere en la producción de la hormona del sueño, la melatonina. “Las pantallas no deben utilizarse después de cenar porque emiten luz azul que engaña a nuestro cerebro y le hace pensar que es de día, por lo que el organismo no segrega melatonina que induce el sueño”, explica el doctor Javier Albares, miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES) y director de la Unidad del Sueño del Centro Médico Teknon (Barcelona).

A menos horas de sueño más probabilidades de que el niño tenga problemas en el aprendizaje. Una investigación llevada a cabo en 2013 por la Universidad Internacional de La Rioja sobre la relación entre el sueño y el rendimiento escolar en los centros educativos de primaria en la localidad de Badajoz, concluyó que “hay una relación clara y directa entre hábitos en el sueño y su carácter cuantitativo y cualitativo con el rendimiento escolar del alumnado”.

¿Por qué esta relación? “El sueño es necesario para que se produzca una consolidación de todas las funciones cognitivas: atención, memoria y aprendizaje. Además, durante la infancia y la adolescencia el cerebro se esta formando: si hay falta de sueño, el lóbulo frontal, que interviene en funciones como por ejemplo la creatividad, no se desarrolla adecuadamente y las conexiones neuronales no se refuerzan. Hay estudios que muestran que un adolescente que duerme siete horas tiene la mitad de capacidad de resolución matemática que otro que duerme nueve horas”, explica Javier Albares.

La principal causa de que los niños tengan falta de sueño, según este experto, reside en los horarios tardíos que existen en España: “Los colegios acaban tarde, los niños van a las actividades extraescolares tarde y, al final, también cenan y se acuestan tarde. Si a esto se añade el uso de los aparatos digitales, como el móvil justo antes de irse a la cama se empeora el problema”, concluye Javier Albares.

«El sueño es necesario para que se produzca una consolidación de todas las funciones cognitivas: atención, memoria y aprendizaje. Además, durante la infancia y la adolescencia el cerebro se esta formando: si hay falta de sueño, el lóbulo frontal, que interviene en funciones como por ejemplo la creatividad, no se desarrolla adecuadamente y las conexiones neuronales no se refuerzan»

Una buena higiene del sueño

Es muy importante establecer una rutina en los hábitos del sueño para que el niño pueda descansar correctamente.

-Desconectar antes de dormir. “El día es la fábrica de nuestra noche. Para que los niños puedan descansar bien hay que intentar que puedan desconectar antes de que llegue la noche: que cenen pronto, no alimentos pesados, que haya un tiempo entre la cena y la hora de acostarse para que se relajen. No conviene que se pongan a estudiar o a hacer deberes justo después de cenar”, aconseja Javier Albares.

-Stop pantallas. No utilizar pantallas (móvil, tablet, ordenador, televisión) al menos dos horas antes de acostarse.

-Rutina en los horarios. Acostarse y levantarse siempre a la misma hora.

-La habitación de los niños, solo para dormir. Ha de estar bien ventilada, sin ruidos, limpia, ordenada y con una temperatura agradable (entre 18 y 23º C). No deben utilizar la habitación para otra cosa que no sea dormir. Por ejemplo, no se recomienda ver la televisión en la habitación, y mejor no estudiar en ella.

-Ojo a las bebidas excitantes. Deben evitar consumir bebidas como colas, café, té, o cacao. Todo ello altera los patrones del sueño y provoca irritabilidad.

-Relajarse antes de dormir. Tomar un baño caliente de unos diez minutos de duración antes de irse a la cama, les ayudará a relajarse y conciliar el sueño.

-Evitar juegos estimulantes. Se aconseja que no realicen esfuerzos o actividades agitadas justo antes de acostarse.

-No beber justo antes de acostarse. Justo antes de dormir conviene que no beban líquido para evitar las ganas de orinar durante la noche. Resulta eficaz que vayan al baño antes de acostarse.

-Deporte al aire libre. Los niños han de jugar al aire libre y hacer deporte, así cuando llegue la noche conciliarán mejor el sueño. Por ejemplo, si pueden, es aconsejable que vuelvan a casa caminando desde el colegio. Son hábitos saludables que ayudan a dormir mejor.

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