fbpx

Silvia Barrera: “No podemos delegar nuestra responsabilidad en la Policía”

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Para la inspectora, los mayores riesgos para los menores en Internet son la sobreexposición, la ascendencia de referencias superficiales y poco fiables, y la adicción a navegar. Investigadora experta en cibercrimen, profesora universitaria y con una larga e intensa trayectoria en la persecución de delitos en Internet, la inspectora de Policía Silvia Barrera ha colaborado y dirigido grupos de investigación en Interpol. Su blog ‘Internet, ciudad con ley’ ha sido premiado como el mejor en temas policiales, y ahora ha resumido su experiencia en un libro de obligada lectura para padres y educadores: ‘Nuestros hijos en la Red. 50 cosas que debemos saber para una buena prevención digital’. Con un sencillo y ameno formato de preguntas y respuestas, la autora explica los riesgos de navegar y proporciona pautas y consejos prácticos y asequibles para afrontarlos.

 

¿De verdad se pueden evitar los peligros de Internet para nuestros hijos?

Nunca se van a poder controlar del todo, como ocurre con el resto de los delitos. Pero se pueden limitar si acompañamos a los niños y jóvenes en su relación con Internet y las Redes. Cuando empiezan a salir de noche, por ejemplo, podemos ser pasivos o bien poner unas horas de vuelta, saber con quién salen y dónde van a estar, recogerles personalmente… En la relación con Internet también hay que hacer ese acompañamiento.

¿Incluso con prohibiciones y castigos?

Ya con el primer móvil hay que poner unas normas: las aplicaciones que pueden o no pueden usar, vigilar el contenido de los perfiles públicos, los horarios para entrar y para no entrar en Internet… Si se saltan estas normas es cuando hay que corregir y castigar; no tiene sentido poner unas normas si saltárselas no tiene consecuencias. Se debe controlar, que no espiar, cómo utilizan los hijos Internet y las Redes.

¿Qué papel tienen las Fuerzas de Seguridad en el control de Internet?

Perseguir y vigilar los delitos, pero no podemos asumir la responsabilidad de padres y educadores. Le pongo un ejemplo. Un colegio acudió a nosotros porque un grupo de alumnos, a través de unos perfiles falsos, estaba vertiendo comentarios burlones contra el centro y sus profesores. Eran comentaros de adolescentes sin trascendencia penal y así se lo explicamos al colegio. Son los padres y profesores los que deben enseñar a los chicos y chicas a ser educados y respetuosos en sus relaciones y publicaciones.

Un delito es otra cosa.

Está muy extendida la creencia de que un contenido pornográfico o violento constituye siempre un delito, y no es así. La ética en las relaciones humanas está mucho antes que la comisión de un delito, y transmitir esta idea es el reto de los padres y educadores. Otra cosa muy diferente son las acciones en Internet dirigidas a estafar, chantajear o reclutar menores para abusos sexuales o prostitución

¿Tiene la Policía medios suficientes para perseguir esos delitos?

En España se producen cada año 120.000 denuncias por supuestos delitos cometidos en la Red, y es prácticamente imposible investigarlas todas. Sin embargo, tienen prioridad sobre las demás y se investigan concienzudamente todas las que tienen que ver con menores. Ellos se encuentran más expuestos que los adultos al engaño y a las estafas.

¿Qué nuevos riesgos depara el futuro de Internet a los niños y jóvenes?

Se trata más bien de la extensión de fenómenos que ya han sido detectados y que nos preocupan mucho. Por ejemplo, la sobreexposición. Hoy el mundo de los jóvenes es casi en exclusiva el cibermundo, y allí van dejando un rastro digital muy visible que en el futuro condicionará la vida profesional y social y también su seguridad. -Más riesgos -También resulta muy preocupante la ascendencia sobre los jóvenes de referentes muy superficiales y poco fiables. Me refiero, por ejemplo, al mundo de los ‘influencers’ y sus consejos -de todo tipo- más que dudosos. Los menores han cambiado la comunicación tradicional por la conexión a Youtube e Instagram para estar al día de sus youtubers e instagramers preferidos, y los consejos de sus influencers favoritos son más interesantes que cualquier serie de dibujos o contenidos para menores.

¿Y la adicción? ¿Se puede hablar de adicción a Internet en un mundo tan conectado?

Por supuesto; yo misma me tengo que poner limitaciones, y eso que se trata de mi trabajo. Los jóvenes pueden pasar horas y horas pendientes de lo que publican sus amigos y contactos, de las novedades de su entorno, de los seguidores y los likes y, por supuesto, de los juegos. Este abuso lo acusa el rendimiento escolar y también las relaciones familiares y sociales. La adicción a Internet es otro de los problemas que no para de crecer.

La publicidad del juego es muy agresiva.

Es imposible que los chicos y chicas no se topen con webs de apuestas en redes sociales o con un anuncio o invitación para descargarlos en tiendas virtuales en todos los formatos. Si la instalación es “gratuita”, dentro de las autorizaciones está la de realizar compras desde tu cuenta vinculada a la tienda de Google o Apple, y a partir de ahí te lo van poniendo muy fácil para ir adquiriendo utilidades y privilegios.

0
Comentarios