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Tiempo en familia para cambiar el mundo

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Espacio Dide
EVA CAMPOS
Psicóloga especialista en dificultades del aprendizaje

Eva Campos

Uno de los problemas con los que convivimos hoy en día en la sociedad occidental es disponer del tiempo necesario para poder atender toda la oferta de actividades y responsabilidades que asumimos a diario (trabajo o búsqueda del mismo, facturas, horas al teléfono o mejor dicho enganchados al Smartphone…). La gestión y optimización de las 24 horas de las que disponemos cada día, cobra más importancia si cabe al convertirnos en madres o padres. A partir de ese momento el tiempo se reparte también entre biberones, deberes, reuniones con profesores, curar heridas y coser rodilleras entre otros muchos quehaceres pero, tras todo esto nos planteamos, ¿cuánto tiempo de calidad nos queda para disfrutar y compartir en familia?, ¿y para entender y aprender con los peques?

¿Cuánto tiempo de calidad nos queda para disfrutar y compartir en
familia?

Los profesionales de la educación y la salud sabemos que cuidar y promover esos momentos es vital y necesario para, aparte de salir de la vorágine diaria, poder aprender juntos sobre emociones y comportamientos saludables que asentarán las bases del bienestar del niño/a y de la familia a muchos niveles. Poder parar, ser proactivos y disfrutar conscientemente estos momentos supone compartir, observar, interactuar, jugar, escuchar, en definitiva se trata de impulsar la felicidad de los más pequeños mientras crecen y se desarrollan. Al escribir esto, recuerdo una frase que leí ayer, Phil Morgese, es un padre muy especial que descubrí a través de un video en internet y que os invito a conocer poniendo su nombre en el navegador, Phil dice que: lo que puede cambiar este mundo es una paternidad involucrada y la conexión con nuestros hijos.

Para ello, impulsar la felicidad de los niños/as y jóvenes, desde casa debemos coordinarnos con los centros educativos y sus profesionales aunando fuerzas, de esta forma se pueden evitar y anticipar posibles dificultades o situaciones problemáticas que se dan, tristemente, con demasiada frecuencia en las aulas, en los parques y en el propio hogar (acoso escolar, dificultades del aprendizaje invisibilizadas, niños y niñas des- motivados o con baja autoestima,…) y que afectan hoy directamente al bienestar de las personas que mañana cambiarán el mundo.

Es vital y necesario poder aprender juntos sobre emociones y comportamientos saludables

Hago alusión ahora a una frase del que fue el séptimo secretario de las Naciones Unidas, Kofi Annan: “La educación es la premisa del progreso, en toda sociedad, en toda familia”.

En esta línea muchas iniciativas actuales persiguen esta concienciación y una educación inclusiva y real, una muestra de ello y de los nuevos caminos para llegar a progresar es díde, una metodología que utiliza la accesibilidad y autonomía que permiten las nuevas tecnologías junto con la experiencia de un equipo multidisciplinar para evitar la desconexión de la familia con el colegio, y poner a disposición de los padres una herramienta que amplía y traslada el conocimiento psicopedagógico de los profesionales de forma sencilla y directa, ayudándoles a estar tranquilos con respecto al bienestar de sus hijos en las etapas de su crecimiento.

Únete al #efectodíde y transforma las diferencias en oportunidades.

www.educaryaprender.es

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