Autor: padresycolegios.com
Estoy preocupada con el tema de la educación. Yo cometí muchos errores que ahora estoy pagando, aunque en el caso de mi hijo la impulsividad fue siempre un tema difícil. A esto se unió un traumatismo cráneoencefálico grave que tuvo hace 2 años a raíz de un accidente. Comenzaron entonces las agresiones y tuvimos que denunciarlo. Tras 10 meses de internamiento terapéutico y mucho empeño por nuestra parte las cosas mejoraron bastante en casa, pero la calle es otra historia. Lo que le inculcas dentro no es lo que ven fuera, que es un obstáculo. Hasta tal punto que está de nuevo internado tras haber tenido una pelea. Yo trato de hacerle ver la cruda realidad, que asuma sus errores y que aprenda de ellos. A veces lo consigo pero otras no se deja penetrar y encima se permite el lujo de intentar mandar. ¡Qué difícil y agotador! Aún no tiene los 17 todavía y padece de falta de control de impulsos y de atención. Creo que es su genio es lo que le puede. Otras veces su lucidez es encantadora. Un abrazo.
PEPI. SEVILLA
Sin duda resulta desalentador querer ayudar a tu hijo y encontrarse con estas situaciones y esa falta de respuesta por su parte. El mejor consejo que se te puede dar es el de informarte que estos comportamientos tienen muy poco que ver con los genes y mucho con lo que puede ver en la sociedad. Por eso, si tú mantienes tu actitud y le insistes para que se haga más consciente de los problemas que le acarreará en su vida no controlarse, estarás sembrando una posibilidad de cambio en él. Quizás los internamientos y otras situaciones difíciles para él (y para vosotros) sirvan para que comprenda que debe cambiar de actitud. A la pérdida de libertad por los internamientos puede unírsele la pérdida de su familia, amigos, posibilidades de trabajo, etc. Menciónaselo. Aunque puede que con sus dieciséis años aún no pueda verlo, es fácil que si se lo repites lo suficiente al cabo de un tiempo se percate él mismo. También te invitamos a buscar ayuda y consejo de otras personas cercanas que lo conozcan y lo aprecien, y de las instituciones sociales que se encargan de reeducar a chicos como tu hijo.
JORGE BARRACA