Autor: Carolina Martín Azañedo, Psicología y Pedadagoga
Tengo una niña de nueve años que sufre de pesadillas y se queja de dolores de tripa muy a menudo. No encontramos la causa, y a pesar de haber cambiado de colegio (y de país) hace un año, parece muy contenta, e integrada en su nuevo cole, con un montón de amigos y notas excelentes. Tenemos una situación familiar estable y tiene dos hermanos (de 12 y 4 años) con los que tiene una relación muy normal. El pediatra no encuentra motivos para hacer nada más, sólo intentar apoyarla lo más posible, darle seguridad antes de ir a la cama… pero la cría lo pasa muy mal con las pesadillas, y hay días que no quiere ir a dormir.
Las pesadillas suelen ser cosas que nos pasan a nosotros, que entran ladrones y nos hacen daño, o que matan a sus hermanos. Muchas gracias.
María gimeno
colmenar viejo. madrid
Las pesadillas son resultado, en muchas ocasiones, de miedos, preocupaciones, ansiedades o sentimientos de inseguridad; también pueden estar inducidas por programas violentos de televisión o por noticias emitidas o historias leídas sobre hechos que impliquen actos agresivos, ataque a personas, robos, etc.
Es necesario que los padres animéis a la niña a que os cuente sus problemas y preocupaciones, a fin de poderlos solucionar y ayudar así a que se duerma y las pesadillas desaparezcan o remitan. Como comentas, las pesadillas de vuestra hija parecen referirse a sucesos violentos, asaltos y asesinatos, a hechos que amenazan vuestra seguridad o supervivencia. Este tipo de miedos suelen ser bastante frecuentes entre la población infantil en edad escolar.
A partir de los datos que os aporta la niña, podéis intentar aliviar estos miedos y temores hablando con ella sobre los mismos y proporcionándole seguridad, haciendo que se sienta protegida de los hechos que ocurren en sus pesadillas. Asimismo, puede ser de gran ayuda controlar los contenidos de televisión que pueda ver vuestra hija, no permitiéndole que vea películas o programas donde se manifieste violencia, agresividad o terror, especialmente antes de irse a dormir.
Lo que podéis hacer cuando la niña tenga una pesadilla es tranquilizarla, calmarla, hablarla con voz confortante y darle seguridad, diciéndole que no se preocupe, que todo va bien. Debéis transmitir tranquilidad, no mostraros nerviosos, y es conveniente que os quedéis con ella hasta que se haya calmado.
En el caso de que las pesadillas no remitan y sigan sucediendo con frecuencia, os aconsejaría que consultarais a un especialista, concretamente a un psicólogo infantil.
CAROLINA MARTÍN AZAÑEDO
Psicología y Pedadagoga