"La revista The Economist subraya
que Australia, que ha triplicado el
gasto por alumno desde 1970, no
consigue alcanzar a Singapur, que
gasta menos que la mayoría de los
países"
Autor: RAFAEL GUIJARRO. Periodista
En los asuntos de educación, el dinero no es el problema. El problema es la educación. Gente mal educada que dedica un dineral a educarse y educar, no tiene por ello mejor educación, sino que puede ser un hortera que se cree que poniendo los billetes encima de la mesa se le van a abrir todas las puertas, hasta las de la sabiduría. Con el informe PISA en la mano, la revista The Economist, subrayaba que Australia, que ha triplicado el gasto por alumno desde 1970, no consigue alcanzar a Singapur, que gasta menos que la mayoría de los países. Corea del Sur está entre los cuatro primeros países en todas las pruebas, con unas aulas muy nutridas. Y si los chicos finlandeses son los primeros en lectura y en ciencias, y los segundos en matemáticas, no es porque se pasen el día estudiando: de hecho, tienen menos horas de clase que sus coetáneos de otros países.
Los planteamientos grandiosos basados en los números tienen poco futuro en esta materia. El dinero no es problema, sino el respeto para querer salir de la mediocridad. El respeto de los padres y profesores a los alumnos para no darles lo primero que vean por ahí; el respeto de los padres y los alumnos a los profesores, para no pedirles menos y el respeto de los profesores y los alumnos a los padres para contar con ellos como primeros educadores en sus casas.
Ese equilibrio resulta a veces más difícil que cuando había una sociedad más estructurada, en donde cada uno sabía su papel: criar a los hijos, enseñarles y que ellos estudiaran. Posiblemente esa sociedad idílica no existió nunca, pero lo que ya sí sabemos es que existen lugares del mundo en los que la enseñanza funciona mucho mejor que aquí. The Economist dice, entre otras cosas, que se debe a la capacidad de actuar con prontitud: Cualquiera que sea la manera en que se descubren los males, los países destacados intervienen pronto y siempre. Finlandia es número uno en profesores dedicados a los alumnos que se quedan atrás: hasta uno de cada siete docentes en algunas escuelas; de modo que allí, en un año normal, uno de cada tres alumnos reciben clases individuales de apoyo. Singapur imparte lecciones extras al 20% de los alumnos más retrasados, con el consiguiente trabajo extra para los profesores.
Una de las mejores cosas de la globalización son los datos comparativos que evitan plantear problemas ya resueltos o en vía de hacerlo, como resulta ser la calidad educativa, antes que ponerse a inventar asignaturas imposibles.