Hola, tengo un hijo de tres años, bastante travieso y nervioso. La profesora ha hablado conmigo, me ha dicho que no para ni un momento, que todo lo estropea inconscientemente y que va a empezar un protocolo porque va a necesitar ayuda seguro.
Mi hijo acaba de cumplir los 3 años, es el más pequeño de su clase, no creen que se está adelantando a los acontecimientos; que quizás pueda ser inmadurez…
Emi
Hola Emi: la verdad es que necesitaría disponer de más datos para poder darte unas orientaciones concretas. Desconozco si tienes más hijos, qué ambiente se vive en tu casa, qué temperamento tenéis sus padres, si sois también inquietos o más bien tranquilos, qué tipo de normas tiene tu hijo, etc. Datos que serían importantes para concretar más.
En principio, me parece necesario indicar que es importante que establezcas con la profesora de tu hijo una relación de confianza. Tanto ella como tú queréis, seguro, lo mejor para el niño y cuando te indica sus inquietudes lo único que pretende es ayudaros. Ten en cuenta que la profesora por lo general tiene una amplia experiencia en el trato con niños de la edad de tu hijo y, por tanto, puede tener más puntos de referencia para valorar su comportamiento. Habla con ella con confianza, coméntale cómo se comporta en casa, qué tipo de hábitos ha adquirido y cómo afrontáis en la familia su educación. Si en cualquier caso ella considera que debería iniciarse alguna medida como una evaluación psicopedagógica o similar, confía en su criterio. Tu hijo no va a perder nada con ello.
Por otra parte, es importante que observes a tu hijo y que evalúes si ese comportamiento inquieto y nervioso se manifiesta también en todos los ambientes en los que se desenvuelve. Si en casa es un niño tranquilo y sólo manifiesta esta inquietud en el colegio cabría pensar que posiblemente se trate más bien de ansiedad asociada al hecho de ir al colegio, temor a separarse de ti, etc. Si, por el contrario, también se muestra muy inquieto y nervioso en casa, en casa de los abuelos, etc. tendremos que plantearnos si puede haber algo más.
Observa si tu hijo es capaz de pasar pequeños periodos de tiempo haciendo una tarea continuada como escuchar un cuento, jugar con unas construcciones, pintar… Aunque a los niños de tres años les resulta difícil mantener la atención, sí debería ser capaz de hacerlo durante periodos cortos de tiempo.
Poco más puedo indicarte al carecer de más datos. Simplemente recalcarte que la estrecha colaboración entre la familia y la escuela es fundamental para un buen desarrollo del niño. Comenta con su profesora las dudas que te planteas y no tengas miedo a que ésta solicite una evaluación adicional. Si se confirma que sólo se trata de inmadurez, estupendo. Si no es así, cuanto antes se tomen medidas mejor.
Teresa Artola González
Doctora en Psicología
Master en Asesoramiento Educativo Familiar