El comienzo del curso escolar se
ha convertido en un momento
crucial para todos, no sólo para
los estudiantes de cualquier
nivel.
Autor: BERNABÉ TIERNO
Por un lado está la rémora del "síndrome
postvacacional", que no sabemos
quién se lo ha inventado pero que de tanto
hablar de él, desde hace unos años se
empeñan en comentar y analizar psiquiatras
y psicólogos. Este "síndrome" o
pesar por el hecho de haber disfrutado
unas estupendas vacaciones estivales me
parece una solemne estupidez, porque
entonces la mejor manera de no padecer
el dichoso síndrome es no tener vacaciones.
Hay millones de personas en el
mundo que jamás van a poder padecerlo,
sencillamente porque su paupérrimo
nivel de vida les impide disfrutar de nada
parecido a nuestras vacaciones.
"Empezar con buen pie" para los padres,
los profesores y los alumnos es empezar
con alegría, con ganas y con ilusión
y con buenos propósitos de disfrutar con
nuestro trabajo y con nuestros proyectos.
A los profesores les sugiero que no
descuiden hablar con sus alumnos de su
propia ilusión y vocación como profesionales
de la enseñanza, de la maravilla
de poder enseñar y dar lo mejor de sí
a los estudiantes y de contagiarles su propia
ilusión por la asignatura que impar nera
práctica y divertida; sean alentadores,
positivos y motivadores y no olviden
jamás que tienen una profesión envidiable
e imprescindible como es potenciar
lo mejor de cada uno de sus alumnos y
ayudar a convertirles en personas más
responsables, inteligentes y maduras y
también más felices porque educamos
para la felicidad o no educamos.
La disciplina, la voluntad y el tesón en
lo que se propongan los estudiantes son
cualidades y habilidades insustituibles
que deben inculcarse en el hogar y también
en la escuela.
A los padres recordarles que son los
primeros responsables de la educación
de sus hijos, y que si ellos comienzan el
curso escolar contagiándoles ilusión, entusiasmo
y alegría, no les quepa la menor
duda de que los niños y adolescentes se
contagiarán de esos mismos sentimientos
y pensamientos positivos.
A lo largo del curso escolar es importante
mantenerse en contacto con los
profesores y con el centro educativo y recordar
que la interacción familia y colegio
es fundamental para la educación inteligente
y responsable. Recuerdo a los
padres que el buen entendimiento con el
colegio, el espíritu participativo y la buena
relación con la dirección y el profesorado
debe ser algo prioritario porque
la línea educativa del hogar y la del propio
centro deben ser semejantes, aunque
no necesariamente idénticas en todo.
A los propios estudiantes:Desde hace
más de 30 años que llevo trabajando
sobre las causas del fracaso escolar y de
cómo conseguir los mejores resultados
en los estudios insisto en que llevar al día
las tareas, hacer un buen plan de estudios
personalizado y disfrutar aprendiendo
son los tres pilares del éxito escolar. Esto
queda resumido en la "Ficha de auto
evaluación" del estudiante en el que se
detallan algunas variables que facilitan el
éxito en los estudios