El contacto con mis lectores cada año con motivo de la firma de libros en la conocida Feria del Libro, en el Parque del Retiro de Madrid, me ayuda a conocer sus opiniones, sus críticas, sugerencias, etc.
Autor: Bernabé TIERNO
Debo decir que tanto los padres como algunos profesores me han comentado los buenos resultados pedagógicos obtenidos con la puesta en práctica de las estrategias educativas que se ofrecen en mi libro La educación inteligente y en especial las referidas al logro de evitar conductas negativas sin recurrir al castigo. Por tal motivo y con vistas al próximo curso, creo oportuno ofrecer desde aquí estas estrategias a los lectores de PADRES Y COLEGIOS.
En primer lugar, debo adelantar que la psicología y la pedagogía positiva están demostrando que poner la atención en lo más valioso, en lo mejor de un alumno y reconocérselo, esperando lo mejor de él, contribuye más que ninguna otra cosa y más que cualquier crítica o castigo a que no sólo potencie y mejore lo bueno que reconocemos y alabamos, sino que, además, abandone hábitos y conductas negativas e inaceptables que pretendemos corregir sin tener que hacerle sentir mal y sin castigarle.
La eficacia de las estrategias que ofrezco a continuación están contrastadas por resultados extraordinarios obtenidos por no pocos padres y profesores que han seguido las técnicas de La educación inteligente en las tres últimas décadas. Son las que siguen:
1. Ignora cualquier conducta inaceptable y negativa con la que tu hijo pretenda captar tu atención. Atiende y alaba sólo las conductas esforzadas, responsables y educadas.
2. Cuando merezca un claro reproche por su mala acción, expresa con firmeza y rotundidad tu enfado durante unos breves segundos, para que sepa que ha obrado mal, pero recuérdale de inmediato que tú sabes que es bueno y capaz de comportarse bien y de forma responsable como ha demostrado en otras ocasiones. Recuérdale con detalle cuándo se portó bien y tú te sentiste orgulloso(a) por ello.
3. Exígele con amable firmeza que dedique un tiempo a la reflexión serena sobre su propia conducta y, si es necesario, retírale concesiones o privilegios a los que dé mucho valor.
4. Deja que pague caro las consecuencias de su irresponsabilidad y falta de autocontrol y que le demuestran claramente su error.
5. Sé sincero y dile a tu hijo o alumno que tú también te comportaste mal en ocasiones y cometiste errores. Dile lo que hiciste para superarlos.
6. Espera siempre lo mejor del educando y da por hecho que se corregirá y mejorará en todo. Dile: “Tengo plenamente fe en ti”.
7. Invítale a recordar las buenas acciones de su pasado y los beneficios que le reportó ser bueno y responsable.
8. Educa siempre con amor, respeto y bondad. Practica y enseña el maravilloso sentido del humor.