Sacar el máximo de cada persona, extraer de cada alumno, de cada alumna, todo lo que pueda dar de sí. Del afortunado en la vida y del que no ha tenido tanta suerte, del inmigrante de primera generación y del nativo, del chico de la gran ciudad con grandes expectativas y de aquel otro de ámbito rural…
Sacar el máximo de cada persona, extraer de cada alumno, de cada alumna, todo lo que pueda dar de sí. Del afortunado en la vida y del que no ha tenido tanta suerte, del inmigrante de primera generación y del nativo, del chico de la gran ciudad con grandes expectativas y de aquel otro de ámbito rural con menos horizontes, del que vive en un entorno familiar estable y del que perdió la inocencia antes de tiempo, del inmaduro, del hiperactivo, del superdotado con o sin amigos, del ‘sin problemas’ (de momento: todo llega), etc. etc. Se trata de la equidad entendida como excelencia individual, como la búsqueda del pleno desarrollo de cada uno y de cada una como persona.
Esa fue la principal conclusión de la mesa de expertos celebrada la semana pasada por la revista Magisterio bajo el título En busca de la equidad y de la excelencia y dentro del ciclo En busca de un nuevo paradigma educativo. Matices aparte, los participantes se mostraron de acuerdo en que hay que jubilar definitivamente ese concepto de equidad entendida como igualdad u homogeneidad. En este punto criticaron abiertamente que desde la política se siga usando ese concepto y se concluya lógica y erróneamente que somos los campeones de la equidad. Según Gaviria, el error está en entender la excelencia “como un juego de suma cero, de forma que quien la busca se piensa que va a detraer recursos de otros que pueden necesitarlo más”.
El otro punto en el que estuvieron de acuerdo –consecuencia del anterior– es en jubilar el título de ESO. Fueron más allá de la pretensión del Ministerio de buscar algún tipo de certificación para los que no lleguen y apostaron directamente por hacer saltar por los aires la misma ESO. “Se trata de que cada alumno tenga su propio itinerario de desarrollo”, señaló el viceconsejero Sánchez-Pascuala, porque "el alumno que no obtiene el título de ESO está muerto", concluyó el sociólogo Julio Carabaña.
Por cierto, PADRES estrena esta semana una novedad tecnológica de esas que parecen magia –o una inocentada– hasta que uno no las prueba. Enfocando la propia página de algunos de los reportajes con un smartphone (Iphone, Blackberry…) el lector puede directamente ver el vídeo de la información. En la página 4 se explica cómo se hace. Disfruten.