Educamos para la vida y educamos para que nuestros hijos sigan aprendiendo a tomar las riendas de su existencia y sean capaces de superar las dificultades, las crisis, las traiciones, las desgracias, el desamor, las situaciones límite, etcétera.
Pero además, les educamos para que, a pesar de todas las adversidades sean felices con la vida que les ha tocado vivir.
Las fortalezas humanas, que son los valores de siempre, como: la actitud positiva, la alegría de vivir, el autocontrol y la autodisciplina, la bondad, el sentido del humor, la libertad interior, la espiritualidad, la voluntad, la responsabilidad, etc., constituyen todo ese entramado de fuerzas interiores que van construyendo día a día al ser humano desde el nacimiento hasta el fin de sus días y sin ellas, crecemos psicológica y emocionalmente sin consistencia interna, sin fortaleza de espíritu, sin descubrir jamás el verdadero “PORQUÉ” de nuestra vida.
La diferencia entre un adolescente o un joven entrenado desde la cuna en los valores que hemos apuntado sin olvidar el sano y sabio amor a sí mismo, a los demás y a la vida; y otro joven o adolescente que va creciendo sin normas claras, sin valores que le rijan y orienten, sin verdaderas fortalezas humanas que le construyan en el día a día; está en que en el primer caso le estamos proporcionando el caudal inmerso de experiencias positivas que rehacen fuerte, entusiasta y valeroso para seguir mandando en sí mismo y estar al cargo de su vida; y en el segundo caso, dejamos al educando a los pies de los caballos de la vida sin estrategias, sin experiencias, sin hábitos ni fortalezas humanas que le ayuden a formarse y cuidar de sí mismo el resto de sus días.
Educar para la vida es educar en las necesarias e ineludibles “fortalezas humanas” a que acabo de referirme.
Soy tan consciente de la necesidad de “educar en valores” o fortalezas humanas que he dedicado los últimos 25 años de mi vida a escribir sobre este tema crucial. El lector interesado y los que ya tienen los cinco volúmenes de mi obra “Fortalezas humanas” (Editorial Grijalbo), pueden completar la obra con el 6º y último volumen que aparecerá en breve.
Todo lo que el hombre es tiene que ver con los valores, fortalezas humanas o guías que orientan su vida y la vida es el mayor don y la experiencia y valor que comprende a todos los demás.