Tengo un hijo de nueve años, y hace dos años, su profesor de clase me comentó, que no se relacionaba bien con sus compañeros, que sólo jugaba con otro niño de la clase y, cuando éste no estaba, jugaba solo. Le pregunté si no le aceptaban y me dijo: “no es que no le acepten, es que el resto del grupo no le acaba de conocer”.
Me aconsejó llevarlo a un psicólogo, el cual me comentó que era un niño que le faltaban habilidades sociales. El hecho es que a día de hoy no ha habido mucho cambio, no le veo integrado en su grupo/clase. Al salir del colegio, si no está su amigo, juega solo. No busca a los demás para jugar. No veo que a él le afecte esta situación. Es realmente un problema de relación. ¿Cómo puedo ayudarle a fomentar otras amistades?
Por lo que se menciona esta situación no parece un problema para el niño ni afecta de otras maneras a su desarrollo y felicidad. No obstante, es cierto que sería bueno una corrección de este comportamiento pues en el futuro la socialización grupal resultará muy importante, y aún lo será más según se acerque a la adolescencia. La forma más adecuada de corregir esta situación consiste en reforzar decididamente las aproximaciones al juego grupal del niño.
En vez de mencionar un problema genérico de habilidades sociales, resulta más práctico establecer un plan por el cual se valore y premie el juego colectivo del niño. Idealmente esto se debe hacer en el colegio mismo, y los profesores deben ser los encargados de llevarlo a cabo. También debe efectuarse este reforzamiento cuando juegue con otros familiares (hermanos, primos…), con otros niños vecinos o en grupos donde pueda ser llevado (deportes extraescolares, por ejemplo). Existen además centros en los cuales se maneja este problema en particular haciendo que los niños tengan que colaborar en dibujos y juegos. Todos estos métodos facilitarán la superación de esta dificultad del niño.
Jorge Barraca
Doctor en Psicología