Autor: padresycolegios.com
Con menos de cinco años no es posible decir que un niño tenga una dislexia. Podemos hablar de la prevención de esta dificultad, que se traduce en «dificultad en lectura». Para poder llegar a leer generalmente deben tener un buen nivel de desarrollo en todas aquellas áreas que intervienen en el desarrollo de esta técnica instrumental básica. A los cinco años ya se puede realmente detectar problemas en aquellas áreas en las que el menor tiene dificultades por las que no avanza en el proceso lector que acaba de iniciar.
Los errores que cometen cuando empiezan a leer, como son las omisiones (quitar una letra) o adiciones (añadirla) o leer con errores (también lo harán en su habla) o rotaciones (girar una letra) son los que persisten en el tiempo y que caracterizan a la dislexia, pero este «cuadro clínico» no deberíamos determinarlo hasta que no llevan por lo menos 2 años en el sistema educativo, en el que persisten estos rasgos y tras dos años de tratamiento, en los que frecuentemente se soluciona, situándose en lo conocido como normal.
Se trata de una dificultad que tiene solución si se ha detectado a tiempo, tempranamente y además se ha sabido detectar la causa. Si la metodología es la adecuada y el nivel de desarrollo es el idóneo para comenzar el aprendizaje, la posibilidad de la temida dislexia es muy pequeña. Termino como empecé, con 5 años es imposible determinar la dislexia, puesto que los errores son los propios del inicio del proceso.
Mª LUISA MASSA
DOCTORA EN PEDAGOGÍA
MASTER EN LOGOPEDIA