Tengo un hijo de 12 años que ha empezado en 1º ESO. No lo está llevando nada bien, en las 2 evaluaciones le han quedado 6 asignaturas en cada una. Trabaja con agenda, pero no apunta la mitad de las tareas diarias; no estudia los temas, hay que decirle que se ponga a trabajar.
Nunca había tenido problemas con su actitud, pero ahora contesta a algunos profesores. Al pricipio apuntaba las cosas en la agenda, pero el 2º trimestre nada, pensaba que las cosas iban bien. Fui al departamento de orientacion escolar para que ver que podía hacer o decirle para que tuviera más interés. Me encontré que tenía 10 partes que no me había entregado y en ese tiempo su tutora no se puso en contacto conmigo. La orientadora, que es psicologa, me dijo que está llamando la atencion porque su padre se fue al extranjero y no llama, que está triste. Estamos separados, desde hace nueve años, y su padre nunca ha sido cariñoso, aunque tenía visitas de fines de semanas y vacaciones. Nos han remitido a un pedagogo e iremos a las citas. No obstante, me gustaría saber qué puedo hacer para que se valore más, cómo tengo que trabajar los deberes en casa, cómo mejorar la relación de profesores alumno.
Lucía Avilés
Entiendo que el papel de los padres en los estudios de los hijos, a día de hoy, es fundamental. Sus hijos comienzan una etapa educativa, como es la ESO, muy importante en su formación académica, y para ello, es de vital importancia para el futuro que adquieran unas estrategias de aprendizaje adecuadas a la exigencia académica que se van a encontrar durante los años de Educación Secundaria Obligatoria, y fundamentalmente, en Bachillerato. Para ello, tienen que ganar en seguridad y confianza a la hora de estudiar, para que se vaya afianzando su aprendizaje. Por este motivo, considero que el papel que a día de hoy hace usted es importante y bueno, ya que está ayudando a sus hijos a obtener buenos resultados académicos; por ello, no se debe mostrar ni preocupada ni debe transmitir ansiedad, ya que esto sí que puede repercutir negativamente en su rendimiento académico. Ahora bien, lo que entiendo que sería importante es ir reduciendo el grado de preguntas a sus hijos antes de los exámenes, para que vayan viendo que por ellos mismos también pueden obtener buenos resultados. La finalidad de esta metodología de trabajo es que vayan adquiriendo unas estrategias de aprendizaje que haga que dicho aprendizaje sea cada vez más significativo, aspecto clave a la hora de afrontar unos estudios más avanzados como los de Bachillerato, en donde el grado de dificultad será mucho mayor, existiendo asignaturas que, aunque usted quiera, no pueda atender por las exigencias académicas que presenten.
Por tanto, puede usted estar muy tranquila con la labor que está haciendo con sus hijos; es más, pienso que a día de hoy, es de vital importancia que las familias apoyen al profesorado, y que es importante que siempre pueda estar atenta a la evolución académica de sus hijos, sin significar esto que tenga que estar encima de ellos en todo momento. Sus hijos, principalmente cuando lleguen a la edad de plena adolescencia, necesitan cierta independencia, y por eso, es primordial que vayan adquiriendo unas ciertas estrategias de aprendizaje (estudio diario, diferenciar las ideas principales y secundarias, etc.) que hagan que tengan personalmente recursos suficientes para lograr buenos resultados académicos, además de conseguir una madurez personal, aspecto que va a influir en el rendimiento académico de los estudiantes.
Álvaro Muelas Plaza.
Psicopedagogo. Profesor Centro Universitario Villanueva. Orientador en Bachillerato