Buenas, tengo una niña de 5 años y otra de 22 meses. Con la 1ª no tuve ningún problema a la hora de cambiarle de habitación, pero la pequeña se ha acostumbrado a quedarse dormida en el carro y luego la pasamos a la cuna (que está en la habitación de su hermana).
Ha sido culpa mía porque se pone a llorar como una loca, y no quiero que la mayor se despierte, que al día siguiente tiene cole. He pensado de ponerme manos a la obra este verano, ya que la mayor no tendrá que madrugar.
¿Que me aconsejáis? No sé cómo hacerlo. Ah, tengo que comprarle una cama y había pensado en un nido y que duerman las dos hermanas juntas. ¿Es buena idea?
Gracias por adelantado y espero que me guieis un poquito. Saludos.
Cristina
Cristina, me temo que no hay ninguna “fórmula mágica” más que la firmeza, paciencia y constancia. Debes tener presente que los tres primeros años son fundamentales para que un niño adquiera unos buenos hábitos de sueño, alimentación e higiene. Lo que no consigamos ahora lo vamos a “pagar más adelante. Es posible que con su hermana mayor te resultará fácil, pero debes tener en cuenta que cada niño es diferente: unos tienen un temperamento más fácil, y aprenden los hábitos casi sin esfuerzo y de forma natural. Otros, con un temperamento más fuerte, pueden oponerse e intentar manipular la situación. Estos niños necesitan unas pautas educativas claras. Tu hija simplemente necesita aprender a dormir. Dormir bien es algo que también se aprende y está en tu mano el que tu hija lo haga ya.
Tu hija debe adquirir unos buenos hábitos de sueño, de hecho, cumplidos los 7 u 8 meses, un niño debería ser capaz de dormirse sólo, en su propio cuarto y a oscuras. Ello implica firmeza y constancia por tu parte, si no es así tu hija acabará convirtiéndose en la “dueña de la situación” y manipulando a los que le rodean. Cuanto más retrases este aprendizaje más complicado va a resultarte después.
Aunque no hay ninguna “receta mágica” te indico algunas pautas que podrían ayudarte:
En primer lugar, es fundamental que establezcas un horario, y no esperes a que la niña se agote para llevarla a dormir. Si está muy cansada es más fácil que coja una rabieta y que sea más difícil acostarla. Para evitar que desvele a su hermana deberías establecer un horario, de forma que la pequeña se vaya a la cama antes que la mayor.
También es importante que establezcas una “cadena de sucesos” o rutinas que precedan sistemáticamente al hecho de irse a la cama: baño, cena, cuento, oraciones…etc., que ella asociará con el hecho de dormir. De forma muy simple, pero clara, debes indicarle que “mamá quiere que ahora duermas”. Llévala al cuarto y asocia el ir a la habitación con algo agradable: “ahora vamos a tu cuarto a leer un cuento, o a cantar una canción… y después a dormir”. Llegado el momento, debes apagarle la luz, darle las buenas noches y no permanecer con ella en la habitación, para que se acostumbre a quedarse dormida sola. Puedes darle algún objeto como un oso de peluche, una mantita, siempre el mismo, que le de seguridad y que, en el futuro, ella asocie con ir a dormir.
Si llora, en principio no hay que hacer nada. Sólo comprobar que no le pasa nada y repetirle que es hora de dormir. Debe comprender que aunque grite o llore no conseguirá nada. Al principio lo más probable es que reaccione mediante gritos, llantos o rabietas. No te queda más remedio que armarte de paciencia y ser muy firme, sin dejarte impresionar por las “dotes teatrales” de tu hija. Al principio, cada poco tiempo, debes entrar en el cuarto y, sin encender la luz ni cogerla en brazos, repetirle las instrucciones: “mamá quiere que duermas”. De esta forma entenderá que no es que la hayáis abandonado, sino que toca dormir. Poco a poco irás espaciando esas entradas. Sólo así se irá serenando y se dará cuenta de que la decisión de sus padres es firme y que no conseguirá modificarla con sus rabietas.
Comprendo que no es fácil, y posiblemente pasaréis una semana mala hasta que adquiera el hábito, pero si no lo haces cuanto antes y dejas que los malos hábitos arraiguen cada vez te resultará más difícil.
Finalmente, te recomiendo que leas el siguiente libro, muy práctico y fácil de encontrar, en el que puedes encontrar muchas más pautas que te ayudarán:
Estivill, E. Duérmete niño: Cómo solucionar el problema del insomnio infantil. Ed. Plaza y Janes.
Mucho ánimo y recuerda: Paciencia, Constancia y Firmeza. Un saludo.
Teresa Artola González
Doctora en Psicología
Master en Asesoramiento Educativo Familiar