Autor: JOSÉ ANTONIO ALCÁZAR
Quisiera pedirle me oriente en como tratar de enseñar a mi hijo mayor a perder. Nuestro hijo mayor de siete años se disgusta demasiado y culpa a quien sea. Por ejemplo, si su equipo de fútbol pierde, el responsable es el compañero, por no haber hecho tal o cual cosa, y eso que él era el portero y le anotaron dos claros goles por distracción personal. Y como ése, varios ejemplos siguiendo la misma mecánica.
Nos dejan un malestar que afecta a toda la familia porque grita y maldice a quien se le ponga enfrente, culpándolo por la derrota. Bueno, eso es una breve descripción que me imagino da una idea de la situación. Mucho agradecemos su consejo ya que mi esposo y yo, ahora si «no sabemos qué hacer».
Voy a intentar serles de ayuda, aunque no es fácil, ya que cada niño es un caso irrepetible (así de maravillosa es la naturaleza humana).
Primero: Esperanza e ilusión. Vuestro hijo tiene 7 años, y están en un momento magnífico para ir templando y afianzando un buen carácter, que haga de él (respetando su modo particular de ser) un futuro joven excelente.
Segundo: Paciencia. Las cuestiones de carácter no se arreglan de un día para otro, ni en unos meses… pero se arreglan, si hay paciencia y constancia.
Tercero: Vamos con las ideas prácticas. Ejemplo: Que os vean pedir perdón si alguna vez os equivocáis delante de él. Y al que pide perdón, se le dan las gracias.
Cuando ocurran estas cosas otra vez, manifestad vuestro disgusto verbalmente, sin sermones y con rapidez. Y al día siguiente, con más tranquilidad, a solas, razonadle lo que ocurrió. Por ejemplo: ayer te acuerdas de lo que pasó con el partido. No me gustó lo que hiciste. No está bien. Mira, en vez de eso, deberías haber actuado así. Si lo reconoce, dadle un fuerte abrazo y un beso, y decidle lo contentos que estáis con él porque sabe reconocer lo que hace mal.
Pensad cómo transmitirle la idea de que le queréis lo mismo aunque a veces haga cosas mal o se equivoque, que falle en algunas cosas no significa que le queráis menos. Felicitarle y agradecerle cuando veáis (no será al principio) que reconoce algún error y pide perdón.