Autor: José Fernando CALDERERO
Me gustaría saber si está permitido que un profesor eche de la clase a un alumno de 5º.
CARMEN ROSA. PALMA DEL RÍO
La respuesta a su pregunta no puede ser directa ya que depende de muchos factores. Uno de ellos es la Comunidad Autónoma en la que sucedan los hechos, ya que hay algunas en las que existen decretos que regulan estos extremos.
También depende del centro del que estemos hablando, ya que hay algunos en los que el reglamento de régimen interior es más restrictivo que en otros. En algunos casos la potestad para expulsar a los alumnos conflictivos es exclusivamente del director, mientras que en otros es el consejo escolar el único órgano competente. En algunos centros en los que se contempla la medida de expulsar a un alumno de clase se exige que el profesor o algún otro educador se haga cargo del alumno.
Hay precedentes legales en los que incluso el Tribunal Supremo ha condenado a algún colegio por expulsión sin justificación suficiente. En todo caso habrá que actuar dentro de las pautas que establezca el reglamento de régimen interior del centro. Por otro lado, la disciplina en el aula depende más de la autoridad moral del profesor que de un abanico de medidas sancionadoras. Un profesor que exige –con amabilidad pero con firmeza– consigue muchos mejores resultados que el que no sabe o no se atreve a exigir y ha de ampararse en las normas.
El profesor que, manteniéndose en su sitio, tiene una actitud servicial –no servil– logra generar buen ambiente en el aula. Dejando aparte los casos extremos de violencia física o verbal o de cualquier otra naturaleza, lo deseable pedagógicamente hablando sería organizar el trabajo en el aula de forma motivadora para que lo normal sea que la gran mayoría de alumnos puedan estar interesados en su tarea y los problemas de disciplina pasen a un segundo plano; no es una utopía, hay muchas aulas –la mayoría me atrevería a decir– en las que los niños trabajan habitualmente con bastante normalidad. Quizá se esté hablando demasiado de la disciplina como único recurso educativo y sería deseable que el contenido de los debates educativos se centrase más en el interés de los contenidos y en la metodología, prestando una particular atención a las didácticas específicas de las distintas áreas de conocimiento.