Autor: ÁNGEL GONZÁLEZ
Mi hija de quince años anda continuamente agobiada
por la ropa. Sólo quiere ropa de marca y de estreno,y estamos discutiendo como
nunca por culpa de esto.
Es una constante bastante
habitual en los adolescentes la preocupación por la ropa, muchas veces, además,
el interés es en determinadas marcas, fruto de su necesidad de encontrarse y
encontrar su posición en su grupo. Este problema se limita mucho si en el centro
educativo se mantiene el uniforme hasta acabar el bachillerato, pero eso no está
en vuestra mano.
Ante esta situación caben varias formas de actuar:
En
primer lugar te sugeriría que revises el ejemplo que estáis dando, los padres,
en casa; que percibe ella en vuestro comportamiento, si os preocupáis demasiado
de las cosas materiales, si se respira en el hogar un excesivo consumismo. A
esta edad, siempre mejor dicho, es fundamental el ejemplo que damos a los hijos
y en este tema, consumismo, debemos tener especial cuidado.
Es necesario
conversar con ella explicándole, seguramente por vez número mil, que se debe
valorar en las personas su interior y no su porte exterior, que sus amigos deben
serlo por su amor desinteresado y no por el envoltorio.
Otro punto para
hacer reflexionar puede ser esa «esclavitud» que está desarrollando hacia la
ropa y que puede extenderse a otros aspectos.
Centrando una posible línea
de actuación: es muy interesante que además de dar argumentos, ella misma sea la
que se ocupe del cuidado material de su ropa, lavado y plancha, para que se de
cuenta de que esa continua preocupación, que mucha veces se demuestra en cambios
de «modelo», produce mucho trabajo que ella no realiza.
También es muy
efectivo que toda la ropa de «capricho», la que no sea necesaria, se la
«autofinancie», la pague con su trabajo, con algunos encargos extras en casa,
clases particulares, o del dinero de su asignación.