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Cómo comunicarse con un niño con autismo

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Uno de los obstáculos que surgen al tratar con niños que sufren trastorno del espectro autista (TEA) es la dificultad en la comunicación. La enseñanza de nuevas destrezas es clave para su desarrollo.

 

Por Olga Fernández

 

Tener a un miembro con autismo en casa es una carrera de fondo donde el apoyo del entorno es fundamental para afrontar el día a día. Ha de haber comunicación y la adaptación de las actividades forma parte de la rutina.

El término «trastorno del espectro autista» recoge afecciones del desarrollo neural que abarcan desde el síndrome de Asperger hasta el autismo grave. Las características de estas afecciones incluyen problemas con la interacción social y conductas repetitivas. Sin embargo, las dificultades en la comunicación pueden mejorarse si se fomentan habilidades y destrezas. Un estudio publicado en la revista Pediatrics, donde se evaluaron datos sobre más de 500 niños con trastorno del espectro autista y se observaron los retrasos del habla en estos niños, halló que el 70 por ciento de los pequeños que no hilaban palabras para formar ni siquiera las frases más sencillas a los cuatro años de edad sí lo hacían más o menos a los ocho años, y en algunos casos, incluso lograron un habla fluida. “Entre los predictores potentes de la capacidad de un niño de desarrollar la habilidad de hablar en frases o con fluidez se incluyeron su coeficiente intelectual no verbal y un menor grado de discapacidad social”, comentó la Dra. Ericka Wodka, neuropsicóloga y autora del trabajo.

 

 

Distintos métodos: pros y contras

Un estudio realizado por Confederación Autismo España contabiliza a 2.116 personas con trastorno del espectro autista y el 68% (1.139) de los registros se sitúan en edades comprendidas entre los 6 y los 21 años. Esto quiere decir que la mayoría se encuentran en una etapa de pleno desarrollo, en la que es muy importante estimular el lenguaje y la comunicación para alcanzar destrezas.
Desde que se comienza una intervención, se procura dotar del sistema de comunicación más efectivo y funcional, intentando siempre alcanzar una comunicación oral, pero en muchas ocasiones no llega o no permite una comunicación total, por lo que se hace importante optar por sistemas aumentativos y alternativos de la comunicación (SAACs)”, explica José Alberto Monseco, psicólogo especialista en TEA. Quien señala tres métodos:
Comunicación por intercambio de imágenes. Implica la comunicación a través de imágenes, con las que pueden pedir lo que desean creando una secuencia de imágenes. “La parte positiva de estos sistemas es que al basarse en imágenes es fácil enseñar su uso y también es sencillo ser comprendidos por otros. Sin embargo, la parte negativa tiene que ver con la preparación y el transporte de la carpeta de imágenes, ya que sólo pueden comunicar lo que esté dentro de su carpeta”, indica el psicólogo. Estas limitaciones se reducen al utilizar sistemas electrónicos, ya que hay programas y aplicaciones específicas que incluyen una gran cantidad de vocabulario que pueden usar en su comunicación y además se trata de comunicadores dinámicos que deben adaptarse a las necesidades de cada usuario.

– Comunicación por signos. Las investigaciones señalan que el lenguaje por signos tiene resultados muy positivos como sistema aumentativo de la comunicación, sin embargo, “si tenemos un niño o niña que presenta una alteración motora o una falta de habilidades de imitación, puede que éste no sea el mejor sistema para enseñarle a comunicarse. Además, otro hándicap que presenta la comunicación por signos es que no todo el mundo puede comprenderlo”, señala el experto. Es por ello que en muchas ocasiones este sistema de comunicación tiende a desestimarse como única vía y se opta por otros sistemas o la combinación de varios.

– Comunicación escrita.La escritura es, sin duda, uno de los mejores sistemas de comunicación, ya que no depende de que nadie prepare un material, sino que sólo tenemos que enseñar a la persona a leer y escribir, sin embargo, estas habilidades no se enseñan desde los primeros años de vida, por lo que sólo puede barajarse si el niño o niña ya sabe leer y escribir de forma fluida”, indica José Alberto Monseco. Quien también incide en que lo más importante es que todos puedan comunicarse con la mayor rapidez, efectividad y funcionalidad posible, por lo que deben valorar una comunicación multimodal, utilizando todos los recursos a su alcance.

 

 

¿Cómo tratar a un niño con autismo?

Los expertos coinciden en que el tratamiento debe ser personalizado e individual. “Debemos tender a la individualización de las intervenciones y escapar de consejos o recetas que puedan darse a todas las familias”, apunta José Alberto Monseco. En cuanto a la anticipación de los sucesos en estos niños, el psicólogo señala que lo importante es la forma de hacerlo: “La forma de hacerlo variará dependiendo de cada persona o incluso en algunas situaciones quizá la anticipación pueda suponer un problema. Conozco familias que prefieren no anticipar a sus hijos que van a determinados sitios que les gusta mucho porque entonces sólo están pensando en que llegue ese momento y no disfrutan de nada más, o justo lo contrario, si les anticipan que van a ir a un sitio que no les gusta puede que se enfaden tanto que no puedan pensar en otra cosa durante el resto del día”.
En cuanto a la forma de comunicarse con las personas con TEA, el psicólogo incide en que es importante no tratarlas como si no entendieran nada, ni como si fueran sordos, ni mucho menos como si fueran niños pequeños eternamente. “Es importante atender a sus necesidades y habilidades y dirigirnos a ellos como nos gustarían que se dirigieran a nosotros. Cuando vamos por ejemplo a un restaurante en un país del que no conocemos bien el idioma, las imágenes de los platos nos resultan muy útiles para saber lo que queremos pedir, pero estas imágenes dejan de ser útiles cuando vamos a nuestro restaurante favorito. Igualmente, hay expresiones en diferentes idiomas que manejamos y comprendemos y otras no y necesitamos un traductor. A las personas con TEA les pasa exactamente lo mismo que a nosotros en estas circunstancias”, explica.

 

 


 

Diferentes grados de TEA

Existe un amplio espectro en el que puede haber desde personas con una afectación severa a nivel social, de comunicación o conducta, hasta otras con una leve afectación social a las que les cueste más relacionarse, pero que puedan llevar una vida autónoma y normalizada.

Según el DSM5 existen tres niveles de gravedad que clasifican a las personas diagnosticadas según sus necesidades de apoyo: necesidad de apoyo, necesidad de apoyo sustancial y necesidad de apoyo muy sustancial.

 

 

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