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Educar en casa: 22 consejos de los hijos a sus padres

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Seguro que si nuestros hijos quisieran darnos algunos consejos sobre su Educación, no andarían muy desencaminados. ¡Conócelos!

Javier Peris

 

1 SÍ, YA SÉ QUE NO HABÉIS ESTUDIADO PARA SER PADRES Y QUE, PARA BIEN Y PARA MAL, mi Educación depende sobre todo de lo que aprendo, casi siempre sin darme cuenta, de lo que veo en casa. Pero son tantos los factores que me influyen que, si salgo mal, no debéis deprimiros; y si salgo bien, no os vengáis arriba. Haced conmigo como en vuestra vida de pareja: intentar no meter la pata y, si os equivocáis, reconocedlo. 2

2 DICEN QUE SENTIRSE QUERIDOS ES LO MÁS IMPORTANTE. ¡Tomad nota! En serio, agradezco vuestras muestras de cariño, me hacen mucho bien y no me gusta que me reprendáis, casi siempre sin motivo – es mi opinión- y de manera exagerada. Pero cuando no me reñís me siento peor, ¿es que ya no os importo? Necesito esa tensión constante que convierte mis mentiras y errores en una ocasión de mejorar.

3 TE HABRÁN CONTADO QUE HAY QUE DEDICAR TIEMPO A LOS HIJOS… No te creas nada. Sentirme acompañado, comprendido, estimulado, corregido… nada tiene que ver con el tiempo. Siempre cuentas que tu padre se levantaba antes que tú y muchas noches llegaba a casa cuando ya dormías. Y que era un padre estupendo. La compañía es otra cosa… mucho más difícil.

4 NO SEÁIS TAN PLANIFICADORES, Y QUIEN MUCHO ABARCA POCO APRIETA. No voy a terminar Primaria siendo al mismo tiempo un virtuoso del violín, campeón de tenis escolar y leyendo a Shakespeare en inglés. Y por supuesto no esperéis que elija las actividades extraescolares y las aficiones que os gustan a vosotros. No dejéis de dar vuestra opinión, pero necesito equivocarme para aprender.

5 ¿DISCIPLINA POSITIVA O CRIANZA RESPETUOSA? No compréis tan rápido la última moda en pedagogía familiar. La mayoría de las novedades no son tales, sólo explican las cosas de manera diferente porque también los padres, como nosotros, necesitáis alicientes nuevos para obligaciones viejas. No esperéis milagros de las innovaciones pedagógicas, que por sí mismas no me van a hacer más lista ni más trabajadora. Sólo debéis aprovecharos de ellas.

6 NO MENOSPRECIÉIS LA AYUDA DE PSICÓLOGOS Y ORIENTADORES. No hay que esperar a que el problema se manifieste de manera preocupante. En el mundo de los psicólogos seguramente los que se dedican a los niños son los más útiles y sensatos; quizá porque somos más previsibles, o porque arrastramos una historia muy breve. Casi siempre bastan unas pocas sesiones para desdramatizar.

7 PARA LOS MAYORES LA SALUD ES LO PRIMERO, ¿TAMBIÉN LA MÍA? Ya pasaron aquellos días en que me llevabais a Urgencias porque me había saltado un biberón. Ahora echo de menos que estéis más pendientes de mi resfriado o de este dolor de tripa que se repite casi a diario en el colegio… ¡No son imaginaciones mías! Y a ver si alguien se acuerda de comprar de una vez la crema para los granos. Para mí es muy importante.

8 PAPÁ, SÉ QUE ESTÁS ENFADADO CON MAMÁ PERO NO LO PAGUES CONMIGO. No sabes cómo me duele que sueltes eso de “¡Es que sois las dos iguales!”. Mal asunto esto de conformar bandos; lo sé porque también ocurre en el colegio. No espero que estéis de acuerdo en todo lo que se refiere a mí, pero suele funcionar el reparto de tareas: según de qué asunto se trate, debo saber quién tiene la última palabra.

9 QUÉ RÁPIDO HEMOS PASADO DEL “QUÉ GRACIOSO, IGUALICO QUE SU PADRE” AL “¿PERO DE QUIÉN HABRÁ APRENDIDO ESO EL NIÑO?” Pues vete tú a saber. Papá, mamá: acostumbraros a convivir con las diferencias que yo también aporto a la familia. No sólo debéis gestionar vuestras maneras distintas de ser y de ver las cosas; ahora somos más, para hacerlo más difícil… y más divertido.

10 NO ME COMPARÉIS CON OTROS NIÑOS, NI NUESTRA FAMILIA CON OTRAS. Siempre hay un niño más guapo que yo, y más listo, y más obediente, y más educado, y más despierto, y más simpático… ¡pero no todas las cosas a la vez! Si os mortifica tener que asistir al éxito de otros niños, haced un esfuerzo por ver mis virtudes.

11 YA SOY UN ADOLESCENTE. No quiero tu protección, me molesta que te acerques tanto… pero no dejes de hacerlo. No voy a agradecerte que me eches una mano, ni siquiera voy a cambiar de cara… pero tú sigue ahí, dándome la paliza, repitiéndome por enésima vez las mismas cosas. Voy a contestar mal y gritar… pero tú no lo hagas, por favor. Ten paciencia y no renuncies a conversar conmigo.

12 LOS NIÑOS NO SOMOS TAN DIFERENTES A LOS ADULTOS. He visto la cara que pones, mamá, cada vez que salen en la conversación las cuñadas o cuando el papá propone hacer una visita a los abuelos. Así que no debe doleros tanto si a mí me cuesta ser cariñosa con vuestros padres y hermanos. Al final estaré en esa visita pero no os enfadéis si, como a mamá, se me nota que no estoy a gusto.

13 SABER ELEGIR LAS BATALLAS. ¿No habéis escuchado nunca este consejo? Hay días en que no sé qué hacer primero porque la bronca me puede caer por cualquier cosa. Todavía es peor cuando no la espero, y entonces añado mentalmente otra causa de enfado a una lista que nunca consigo recordar del todo. Después no os quejéis si no hago nada.

14 DEJADME SUSPENDER DE VEZ EN CUANDO. Veréis entonces que a mí me duele más que a vosotros. Mal asunto si me acostumbro a estudiar sólo cuando me lo decís. Ayudadme, aunque no quiera, a ponerme objetivos y organizar mi trabajo deslizando incentivos pequeños y grandes.

15 NO ACABO DE ACOSTUMBRARME A COMPARTIR CON VOSOTROS LAS TUTORÍAS. O que habléis de mis cosas delante de mí. Tengo la sensación de que no es bueno para mi autonomía. Soy una persona diferente a vosotros, aunque os fastidie, y según me hago mayor me gusta que se note.

16 NECESITO QUE ME EXPLIQUÉIS POR QUÉ HACER  LAS  COSAS DE ESA FORMA Y NO DE OTRA, o por qué en determinados temas sólo hay una opinión correcta. Casi siempre pensaréis que no sirve de nada, pero con el tiempo lo recuerdo, claro que sí, y me sorprendo siguiendo vuestros consejos. Incluso en las conversaciones con mis amigos descubro que repito alguno de vuestros argumentos. Pero nunca lo reconoceré, claro.

17 LLEVO AÑOS LEVANTÁNDOME POR LAS MAÑANAS PUNTUALMENTE Y LLEGANDO AL COLEGIO A TIEMPO… sólo por vuestros gritos y advertencias. ¿No se os ha ocurrido que bastaría llegar tarde un par de días para que yo fuera el más interesado en no ser señalado en el colegio? Y si mi olvido el bocadillo, pues pasaré hambre; y si no me pongo el abrigo, pasaré frío.

18 VENGA, QUE NO OS DECEPCIONE TANTO PILLARME EN UNA MENTIRA. ¿No os habéis fijado cuántas veces al día mentís en vuestro trabajo, a vuestras amistades, a mí misma? Lo hacéis con la palabra pero también con el silencio, con la mirada, con el tono de voz.

19 AY, EL ÉXITO. Peor aún: ¡la excelencia! Ya veréis, cuando crezca, que os conformaréis con el éxito de que ordene mi habitación cada día, y que la excelencia es dar un poco más de lo que se espera de mis capacidades. Y cuando acabe la ESO no os apresuréis a hacer planes para un brillante futuro académico.

20 NO ME EVITÉIS LOS SUFRIMIENTOS Y DISGUSTOS… NORMALES: la enfermedad o la muerte de un familiar, las dificultades económicas que hacen que mi ocio sea diferente al de mis compañeros… Aunque tampoco necesito conocer los detalles. Lo que me marcará no son las dificultades y desgracias familiares sino la forma en que vosotros las sobrelleváis.

21 LO LEÍ EN INSTAGRAM HACE POCO: “Yo no me fío ni de mi padre, lo que pasa es que por mi padre me dejo engañar”. No sé por qué he pensado en vosotros y en mí, y en lo feliz que me siento cuando me dejáis hacer y no os fallo. Cuando os falle u os mienta no dejéis de fiaros de mí, porque entonces dejaré de intentar merecer vuestra confianza.

22 NO OS PUEDO PEDIR LO QUE NO TENÉIS. SOIS COMO SOIS. Me gustaría recibir de vosotros una mentalidad abierta, unas convicciones razonadas, amor por el trabajo bien hecho, capacidad de sacrificio y ansias de superarme… Vuestra lucha por mejorar es la mejor lección que podéis darme cada día.

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