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La escucha y la comprensión, fundamentales para acompañar a los niños que hayan perdido a un ser querido por la COVID

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Los padres deben jugar un papel de escucha, comprensión y apoyo, mostrando a los niños que pueden recurrir a ellos. En ningún caso hay que negar, ignorar o minimizar los sentimientos de tristeza o las necesidades de desahogo emocional.

Según datos oficiales de mediados de diciembre, cerca de 50.000 personas han perdido la vida en España en los últimos meses a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, lo que implica que éstas van a ser unas Navidades de ausencias en muchas familias y en muchos hogares.

La Navidad, precisamente, suele ser la época del año en la que más se echan de menos a los familiares fallecidos, sobre todo por la invitación a la unión y las reuniones familiares que estas fiestas conllevan. Este año, además, la pandemia ha multiplicado el número de muertes habituales, por lo que muchos niños y niñas se habrán tenido que enfrentar por primera vez a un tema que aún sigue siendo tabú y del que los padres y madres intentar proteger a sus criaturas.

“Que la muerte sea un tema tabú ayuda a que cuando ésta ocurre y nos toca de cerca sea un momento aún más doloroso, ya que las personas tenemos pocos recursos para afrontarla. Normalizar la muerte, hablar de ella y explicársela a los niños y niñas de forma adecuada a su edad les ayudará a aceptarla mejor y a integrarla en su mente como parte de la vida”, asegura Sonia Martínez, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje.

La experta pone como ejemplo la presencia social de la muerte en países como México. Según Martínez, que la muerte tenga más presencia en la vida de los ciudadanos y que deje de ser un tema tabú “facilita que los niños y niñas gestionen mejor la pérdida de los seres queridos, que le encuentran antes un sentido a lo que ha pasado, y que vean que la existencia no termina ahí, sino que la persona sigue viviendo en la memoria”.

Consejos para acompañar a la infancia en las Navidades de la COVID-19

El hecho de que éstas vayan a ser unas navidades diferentes, probablemente con muchos menos encuentros familiares y más distanciamiento social, puede influir según Sonia Martínez en que las pérdidas y las ausencias sean aún más dolorosas. “Por un lado, los niños y niñas no podrán rodearse de todas las personas con las que acostumbraban a hacerlo en estos días. Por otro, será un momento en el que echen más en falta a las personas que ya no están con ellos. Incluso verán cómo sus padres, madres o tíos quizá se comporten de manera diferente a otras navidades porque ellos también han perdido a alguien”, reflexiona la psicóloga, que considera que las pérdidas son más vividas por los adultos y que sus emociones (tristeza, rabia, etc.) se «contagian», a los niños.

En estas navidades atípicas, la directora de los Centros Crece Bien ofrece una serie de consejos a padres y madres para ayudar a sus hijos a gestionar mejor la ausencia de seres queridos. Todos ellos parten de una base, “la escucha y la comprensión”:

  1. Anticipar a los niños qué va a pasar, con quién pasarán las fiestas y con quién no.
  2. Trasladar el mensaje de que esas personas queridas estarán con nosotros en la memoria, ya sea recordando momentos bonitos vividos con ellos, compartiendo un objeto personal de esa persona o buscando el lugar desde el que nos acompañará (por ejemplo: desde nuestro corazón, desde una estrella o desde un recuerdo).
  3. Es posible que los niños necesiten llorar, desahogarse, mostrar tristeza. El papel de los padres en esos momentos debe ser de escucha, comprensión y apoyo, mostrándoles que pueden recurrir a nosotros. En ningún caso hay que negar, ignorar o minimizar esos sentimientos.
  4. También podemos ayudar a los pequeños a focalizar en las personas de las que sí se van a poder rodear en estas fiestas, animándoles a disfrutar de la oportunidad de estar con ellos y preparando actividades propicias para ese disfrute (juegos en familia, manualidades, etc.).
  5. El tiempo que pasamos con los hijos es un regalo tanto para los padres como para ellos. Compartir tiempo antes de la Navidad ayudará a los pequeños a sentirse fuertes y apoyados cuando llegue una fecha señalada.

 

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