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Los expertos en nutrición declaran la guerra a los procesados

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El recreo es un momento importante para los niños en el que juegan, se despejan y, por supuesto toman un extra de energía para rendir durante el resto de la mañana, siempre que se haga de forma saludable.

 

Comer cualquier cosa en recreo no es lo más recomendable, ya que afecta al rendimiento escolar de los niños y a su desarrollo cognitivo, en una etapa en la que se establece la huella metabólica que perdurará siempre. Desde la Asociación Española de Pediatría se recomienda huir de la bollería y optar por un bocadillo o una fruta y para beber, agua en lugar de lácteos o zumos. “El agua es la mejor bebida natural en todas las edades de la vida y es el principal líquido de hidratación en el niño”, recuerda.

Elena Toledano, nutricionista especialista en alimentación infantil de ROOTS Mindfoodness, nos advierte que lo importante es que sea sano y le aporte nutrientes procedentes de alimentos naturales y sin procesar. “Actualmente es común encontrarnos entre las meriendas de los más pequeños productos ultraprocesados como bollería, galletas, lácteos líquidos, yogures azucarados, pan blanco, embutidos, cereales, barritas, refrescos, zumos, snacks infantiles… Estos productos son muy perjudiciales para su salud y se alejan por completo de lo que deberían consumir a esta hora del día.”

Se ha demostrado que los productos ultraprocesados están relacionados con enfermedades crónicas como la obesidad infantil, la diabetes o el desarrollo de problemas cardiovasculares en la edad adulta, así como una reducción en el rendimiento escolar y mal desempeño académico, de aprendizaje…

Toledano recomienda incluir en la bolsa del almuerzo fruta, cereales integrales, algo de proteína saludable o algún lácteo, desde lo que no requiere tiempo de preparación como puede ser un plátano o un minibrick de leche hasta unos muffins caseros.

 

La importancia de la microbiota

Por su parte, la doctora Olalla Otero, bióloga experta en microbiota y miembro del equipo científico de Nutribiótica, pone de manifiesto la importancia de cuidar lo que comen nuestros hijos en la época escolar cuando los requerimientos de energía y concentración son mayores y explica la importancia de mantener el equilibrio de la microbiota intestinal ya que “puede suponer problemas no solo intestinales, sino también de fatiga, niebla mental o falta de energía, y eso es algo que los peques no se pueden permitir en pleno proceso de crecimiento”.

En nuestro intestino viven millones de microorganismos que cada día ejercen funciones beneficiosas y fundamentales para mantener nuestra salud. La microbiota intestinal de los más pequeños está formándose, y no es hasta la edad adulta que se estabiliza. La nutricionista Elena Toledano aclara: “Esta microbiota depende en gran parte de la alimentación que tengamos, ya que es capaz de favorecer su crecimiento y sus funciones diarias. La fruta, las verduras, las legumbres, los tubérculos, los frutos secos y los cereales integrales son el alimento preferido de nuestras bacterias para formar un sistema inmune fuerte. Cuando los niños toman ultraprocesados, su microbiota se ve dañada y no puede defenderse. Esto empieza a verse en los más pequeños con síntomas como el cansancio, debilidad, nerviosismo, alergias alimentarias, irritaciones de la piel, trastornos digestivos e incluso un cambio en sus preferencias alimentarias: se ponen ansiosos por el dulce y empeora su humor.”

 

Ojo con el exceso de azúcar

Sorprendentemente, Toledano nos explica que es preferible que un niño no desayune a que lo haga a base de ultraprocesados. “A los niños no les pasa nada por no desayunar. Un niño que cena bien, aguanta la mañana y rinde intelectualmente sin problemas. De hecho, lo que relaciona a los niños con un peor rendimiento cognitivo en clase es ingerir altas cantidades de azúcar y productos procesados en el desayuno: llegan a clase como terremotos, con una alteración en la curva de la glucosa que hace que no atiendan y no se concentren. Entre no desayunar nada y un desayuno repleto de azúcar, elegiría no desayunar. También depende del apetito del niño, hay algunos que se levantan con hambre y otros con el estómago cerrado, es recomendable escucharles y ofrecerles opciones saludables sin forzar el momento de consumirlos. “

 

 


 

 

Ideas para un almuerzo fácil y saludable

Por la nutricionista Elena Toledano

 

  • Fruta: higos, plátano, manzana, pera, melón, sandía, mandarinas, fresas, …partidos en trocitos o en batido de fruta caseros. Lo que más le guste
  • Frutos secos y fruta deshidratada: nueces, anacardos, orejones, ciruelas, pasas…
  • Dulces: onza de chocolate negro 85%.
  • Cereales integrales: bocadillos integrales, tortitas caseras integrales, picos integrales, galletas caseras de avena, copos de maíz, magdalenas integrales con cacao…
  • Lácteos: yogur natural, yogur de coco, yogur de soja, queso batido, kéfir, quesitos frescos o incluso un botecito de leche entera.

 

Y si tienes un poco más de tiempo para preparar almuerzos variados de lunes a viernes:

 

Lunes: Bocadillos de pan integral con hummus, tomate, aguacate, huevo revuelto o cocido, pavo natural, crema de frutos secos, queso fresco, salmón, pollo, mermelada casera.

Martes: Yogur natural, 1 puñado de nueces y 1 plátano

Miércoles: Pudding de chía o porridge de avena con fruta y crema de cacahuete

Jueves: Muffin exprés al micro: batimos 3 cucharadas de copos de avena con 2 cucharadas de cacao puro, 1 huevo y 1 cucharada de aceite de oliva virgen, lo ponemos en una taza y cocinar 3 minutos a máxima potencia en el microondas.

Viernes: Galletas de avena: mezclar 1 plátano maduro con copos de avena y 1 un huevo, hacemos formas aplastadas en papel de horno y hacemos 15 min a 200 grados. Ya tenemos galletas para varios días.

 

 

 

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