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Un programa de inteligencia emocional y convivencia

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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‘El Rincón de la Calma’, de Juani Mesa Un programa de inteligencia emocional y convivencia

Juani Mesa, autora del libro ‘El rincón de la calma’, proporciona claves de educación emocional para familias y profesores.

Por Eva R. Soler

“La infancia es un tesoro y la escuela es una oportunidad única de ayudar a crecer como persona a tantos seres humanos. Sin estigmas, ni traumas. Sólo educando y previniendo”, opina la doctora Juani Mesa que acaba de publicar El rincón de la calma(Editorial Descree), un programa de inteligencia emocional para alumnos de Primaria que recoge 120 ejercicios y actividades fruto de su experiencia como formadora y orientadora en centros escolares durante veinte años.

¿Es la educación emocional una asignatura pendiente en los centros educativos o se está avanzando en este sentido? Mesa responde:

“Está cobrando una gran fuerza, estamos en un momento de gran sensibilidad respecto a la educación emocional por parte de la sociedad y de la escuela, pero falta estructura o programas evaluados. Se están produciendo grandes avances en algunas comunidades autónomas, como, por ejemplo, en Canarias, donde se ha creado la asignatura curricular para los cursos de primero a cuarto de Primaria “Educación emocional para la creatividad”. Esto proporciona un espacio propio, un horario estipulado para trabajar contenidos, objetivos, rúbricas… Y no tienes que ir arañando tiempo a otras asignaturas o trabajarlo dentro del horario de tutorías, como ocurre en la mayoría de los casos. Ojalá que esta asignatura se implante en otras comunidades, pero creo que lo más adecuado sería que desde el Estado o el Ministerio de Educación se trazaran a grandes rasgos cuáles deben ser las directrices para la educación emocional y darle la dimensión que se merece, sin olvidar la parte de convivencia, que creo que es también fundamental y además se retroalimentan (si no manejo mis emociones, no voy a conseguir tener amistades)”.

PERSPECTIVA DE GÉNERO

Además, El rincón de la calma, tiene presente en todas las actividades la igualdad de niños y niñas. Tener perspectiva de género en mi trabajo me ayuda a mirar a niñas y niños rompiendo esquemas limitantes y viendo a la persona que tengo delante, afirma la experta y añade: “Los estereotipos encorsetan y hacen sufrir a las personas, tanto en la vivencia emocional como en la social. Educar desde la no limitación, atendiendo el potencial de la persona es lo mismo que da esta mirada. También ayuda a madres, padres y docentes. Sabemos que nuestro género, esa construcción social y temporal, condicionada por la época en la que hemos nacido, afecta a cómo nos miramos y miramos a los demás. También a cómo educamos. Hay investigaciones que demuestran que ni el profesorado tiene las mismas expectativas de lo que puede llegar a ser o hacer un niño o una niña. Así que, El rincón de la calma es una oportunidad para trabajar desde los primeros años que niños y niñas tienen derecho a llorar, a ser sensibles, valientes, estudiosos o a mostrar desacuerdo”.

UN ESPACIO PARA HABLAR

Un programa de educación emocional como El rincón de la calma crea, además, el espacio que necesitan los alumnos para hablar de sus sentimientos y emociones.

Mesa recuerda emocionada que trabajando el tema de la separación de los padres en unaclase de quinto de Primaria, espontáneamente, un niño levantó la mano y contó a toda la clase que, aunque a él no se lo habían dicho expresamente, se había dado cuenta de que sus padres se estaban separando. Su compañero se levantó, se acercó a su mesa, le abrazó y el niño rompió a llorar. Después nos acercamos el docente y yo, hablamos con él… Se creó un clima que animó a conversar entre toda la clase, muchos afirmaron que sus padres también estaban separados… Después, el maestro comentó que habían notado que ese alumno estaba últimamente triste, distraído y no sabían a qué achacarlo. Es un un ejemplo de muchos que demuestran por qué son tan importantes los programas de educación emocional y tan necesarios los espacios para llevarlos a la práctica.

Ejercicios prácticos

JUANI MESA NOS RECOMIENDA TRES EJERCICIOS MUY SENCILLOS PARA PRACTICAR ENCASA CON NUESTROS HIJOS:

Cómo crear un rincón de la calma (en el aula o en casa): El nombre del libro coincide con uno de los ejercicios que se practican en el aula y que he recomendado a muchas familias como herramienta para poner en marcha en casa. “Es importante aprender a gestionar los conflictos, los problemas, los contratiempos desde la calma. Los conflictos se siguen dando pero no respondemos a ellos desde el arrebato emocional sino desde la calma, porque sin ella no podemos pensar. Por eso se llama así el libro que toma el nombre de uno de los primeros ejercicios que se proponen y que consiste en crear un espacio al que podemos acudir cuando nos sintamos enfadados, tristes, preocupados… Tiene unas normas de usos: hay que tumbarse boca arriba (esto favorece la respiración abdominal que contribuye a la relajación), tiene un tiempo limitado de uso (un cuarto de hora está bien, lo que no puede ser es estar ahí dos horas) y después, una vez tranquilos hay que hablar de lo que ha pasado, lo que ha provocado el malestar con el o la docente o con el o la progenitor/ a”.

Ser sinceros con nuestros hijos respecto a lo que sentimos: Si tu hijo pequeño te nota triste, enfadado/a, preocupado/ a…no le mientas, porque el tiene capacidad de leerte la cara, sabe por tu microexpresión si está disgustado/a. Si le respondes que “no pasa nada” perjudicas el aprendizaje del lenguaje no verbal. Los niños no sólo son capaces de leer la expresión sino que, además, pueden construir una teoría explicativa (“A ti te pasa algo, estás enfadado/ a, estás enfermo/a, ¿ya no me quieres?…” ). Mejor que decirles que no pasa nada y reponernos sobre la marcha es darles una explicación sincera de lo que estamos sintiendo, sin caer en el alarmismo, pero con una explicación adecuada a su edad (Mamá o papá está triste porque un familiar está enfermo, por ejemplo). El lo asimilará de tal modo que dirá: primero, leo bien la cara, sé lo que te está pasando y hay una explicación. Así, el día de mañana si tú le preguntas a tu hijo/a: ¿qué te pasa? Podrá decirte: Estoy enfadado/ a por… y te dará una explicación.

Reconocer el cansancio y distinguirlo de comportamientos inadecuados: “A veces los niños parece que están enfadados, antipáticos, llorones, pesados… Y lo único que les pasa es que, simplemente, están cansados. Esto que parece de tan sentido común a veces, nos cuesta reconocerlo y pensamos que el niño se está portando mal. Es bueno decirlo: “No te estás portando mal, simplemente, estás cansado” y la solución lógica es, por supuesto, descansar”, dice Mesa.

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